Investigadores del Ecosistema Nacional Informático Agentes Tóxicos y Procesos Contaminantes, identifican a la cuenca del acuífero Libres–Oriental, como una Región de Emergencia Ambiental (REA). Por el grave escenario toxicológico en esa franja, Puebla figura en el mapa de “infiernos ambientales” que científicos construyen por primera vez.
Los académicos, miembros de la Universidad Pedagógica Nacional y del Instituto de Investigaciones Económicas de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), advierten que la cuenca del acuífero Libres–Oriental abarca 22 municipios en el estado es uno de los escenarios toxicológicos más graves detectados a nivel nacional, gracias a los contaminantes emitidos por empresas e industrias instaladas en la región.
La presencia de las mega granjas de cerdos, Granjas Carroll, la empresa Driscoll, procesadora de alimentos, exportadoras de fresas y berries, la mega granjas de aves, parques de celdas fotovoltáicas (Iberdrola), cerveceras Cuauhtémoc y la planta AUDI han provocado una grave crisis contaminante de abundantes y diversos agentes tóxicos que debe ser considerados como “un asunto prioritario de emergencia ambiental y sanitaria” en Puebla.
La científica Fabiola Lara, presentó en un evento en la plataforma de webinarios del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) el análisis detallado de la región en Puebla que alberga empresas que consumen altos volúmenes de agua, que acaparan el mejor suelo cultivable para monocultivos agroindustriales o para producir bienes exportables, y que, a cambio, vierten residuos sólidos, emiten gases tóxicos y de efecto invernadero y evaporan sus efluentes líquidos en la cuenca. Todo ello en detrimento de la economía campesina local, que ha sido profundamente afectada.
Escenarios toxicológicos
Lara en su exposición detalló que las industrias en la cuenca Libres Oriental liberan sustancias químicas sintéticas, las granjas a su vez liberan residuos metabólicos con fármacos activos y altas concentraciones de nitrógeno y fósforo. y, en caso de algún accidente u omisión en las normas de responsabilidad ambiental, existe riesgo de contaminación del suelo, que además tiene poca capacidad de neutralizar contaminantes como los orgánicos persistentes y el exceso de sales con metales y metaloides.
“Este escenario culmina con la infiltración de los contaminantes hasta el acuífero, lo que literalmente implica un envenenamiento del agua subterránea, la única fuente de agua dulce en toda la cuenca”
Otra tecnológica ultra nociva utilizada en la región es el uso de cañones antigranizo en Tepeyahualco y Libres, que dispersan el agua contenida en las nubes afectando la agricultura campesina de temporal.
Sostuvo que también la producción de granos para forraje encierra el riesgo de contaminación con agroquímicos, los cuales se asocian a daños en sistema nervioso y desórdenes metabólicos.
“A esto hay que añadir que en el municipio de Libres se ubica el rastro más importante de la región, que sacrifica miles de cerdos al día, manejando grandes cantidades de sustancias químicas. y en este sentido, es importante recordar que en Chichicuautla se dieron los primeros casos de H1N1, muy probablemente debido a la alta selección viral que ocurre en las granjas, y esto sin mencionar la resistencia a antibióticos que pueden estar dispersando en la región.
“Y si el escenario tóxico generado por la industria agropecuaria y los cultivos de exportación y granjas no fueran suficiente, en la cuenca se ha establecido la planta de Audi, que maneja sustancias tóxicas y que, recordemos, su construcción implicó al Estado de Puebla una deuda de alrededor de 1 mil 300 millones de dólares. Dado este complejo contexto socio ambiental, las generaciones presentes y futuras de la región no solo están endeudadas con un proyecto de desarrollo de cuya riqueza no serán partícipes, sino que, bajo este escenario de toxicidad, no existe la posibilidad de que cuenten con un medio ambiente sano, por lo que se viola sistemáticamente un derecho fundamental de seres humanos presentes y de los que aún no han nacido”, apuntó.
Población agredida ambientalmente sin ser informada
Durante la exposición del equipo de Agentes Tóxicos y Procesos Contaminantes, entre varios cuestionamientos a las agresiones ambientales destacó que en la Región de Libres Oriental se expone a la población -predominantemente campesina- a riesgos para su salud en su propio territorio sin informarla, prevenirla ni atenderla. Sin restaurar el deterioro de su hábitat y ni siquiera haberle pedido o cedido opinión. “¿cómo es posible?”
Se cuestionó la concesión de grandes volúmenes de agua para la industria y los proveedores agroindustriales y no para los ejidos y pequeños productores.
Lara expuso la contradicción en el uso de cañones antigranizo para ahuyentar las nubes en una región de baja precipitación en una zona sin ríos permanentes, con un acuífero en riesgo de sobreexplotación y donde la agricultura campesina depende de la lluvia para madurar sus cultivos.
“¿Cómo es que en aras de insertarnos en las cadenas globales del armado de automóviles el estado de Puebla endeuda a los ciudadanos para construir Ciudad Modelo y entregar alrededor de mil hectáreas a las empresas privadas para instalar parques automotrices mientras más del 50 por ciento de la población del estado sufre pobreza patrimonial?”, cuestionaron científicos.
Hasta este momento, científicos han detectado en México al menos 22 Regiones de Emergencia Ambiental (REAs) que puede ser descritas como infiernos en la Tierra o infiernos ambientales, porque la contaminación de agua, suelos y aire ha generado enfermedades y sufrimiento a comunidades completas por un modelo de desarrollo y explotación desbocado.
Fabiola Lara insistió que frente a ello, los programas nacionales estratégicos de Conacyt se ocupan de vincular a la sociedad civil aquejada por estos “infiernos ambientales” y a la comunidad científica articulando capacidades para contribuir a visibilizar los problemas y a construir soluciones con el fin de garantizar los derechos a la salud y a un medio ambiente sano, así como una vida digna. Una meta fundamental es dar voz y vincular entre sí a las organizaciones sociales que defienden sus territorios, sus economías locales y en última instancia, su salud.