Para los próximos 12 y 13 de mayo se llevará a cabo un acto cultural y tradicional oaxaqueño que durante más de 50 años ha encontrado en Puebla un espacio de exposición y encuentro. Se trata de la Vela salinacrucense que este año adquiere un cariz especial: aquel que indica que esta es una fiesta de la vida, que a pesar del dolor causado por los pasados y continuos temblores en el Istmo de Oaxaca, hay que celebrar “que se está vivo”.
Esta vez la familia Cacique Velázquez son los encargados de coordinar este acto que incluye una noche de fiesta y un desfile por el primer cuadro de la ciudad que culmina con la tirada de fruta. Presentes en el programa Tierra Mestiza que conduce Vera Alejandra Núñez Merino, la familia convocó a participar en este, que es uno de los principales elementos de identidad de la cultura oaxaqueña e istmeña.
Señalaron que este año, tras el terremoto ocurrido el pasado 7 de septiembre, la Vela salinacrucense en Puebla tendrá un tono particular, pues guardará un luto a los familiares, amigos y conocidos que fallecieron a causa de los sismos. No obstante, los organizadores consideraron que cómo les dijo un viejo, la tradición debe seguir porque la vida sigue. “Es una etapa de dolor, pero estamos vivos. La Vela salinacrucense cubre un requisito de tradición cultural y es también una manera de honrar a las familias que se conjuntan para compartir no el dolor sino el hecho que se está vivo”.
Los actos de la vela de este año, la número 53 en Puebla, comenzarán el día 12 de mayo en la Catedral de Puebla con un acto religioso. Luego, la comunidad oaxaqueña continuará con un recorrido por el zócalo con la tradicional tirada de fruta que consiste en literalmente aventar frutos diversos y compartir mezcal.
Pese a que en el Istmo hay carros alegóricos o carretas adornadas en caravana, en Puebla la tradición se ha adaptado al contexto local encontrando su propia expresión ya que el recorrido, en sí mismo, pretende unificar a las familias oaxaqueñas y a quienes se suman a la celebración.
Destaca que el desfile va encabezado por embajadoras –este año incluidas representantes de Puebla, Jalisco y Guanajuato– y capitanas que representan la cultura istmeña, portando la indumentaria tradicional de las diversas regiones de Oaxaca, particularmente la de Tehuana, reflejando las particularidades y significado de cada uno de los elementos que la conforman.
Por la noche, a partir de las 19 horas en un salón social de la ciudad, se hará una cena de gala en la que privan los sonidos de la costa –como las chilenas–, que serán ejecutados por agrupaciones venidas de la Ciudad de México.
El 13 de mayo, la Vela salinacrucense cierra en el lugar donde se celebró la cena de gala, para hacer el cambio entre mayordomías. Para saber más se puede consultar la página de facebook Vela salinacrucense 2018, consultar el twitter VelaS2018 o escribir al número de whatsapp 2229216302.