Entre el periodo de 2000 a 2011 se registraron tres grandes inundaciones de aguas negras en el municipio Valle de Chalco Solidaridad (Estado de México). Una sucedió en 2000, otra en 2010 y la tercera en 2011.
Pese a que año tras año Valle de Chalco ha experimentado las consecuencias de un sistema de drenaje insuficiente y la deficiencia en la limpieza del mismo, no existe un registro oficial y detallado de todas las inundaciones que ha sufrido en los últimos 10 años. Esto se debe a diversos factores, tales como la falta de un sistema de monitoreo exhaustivo, la variabilidad en la definición de “inundación” y los cambios constantes en el paisaje urbano; sin embargo, basándose en reportes de noticias, testimonios de los habitantes y estudios locales, se puede afirmar que las inundaciones son constantes durante la temporada de lluvias, especialmente en zonas bajas y con mala infraestructura de drenaje. Lo más grave de este asunto es que el constituyente principal de este problema es que se trata de aguas negras, es decir, extremadamente contaminadas con sustancias orgánicas e inorgánicas, lo que afecta a la sociedad en grados verdaderamente turbadores.
La relación entre la acumulación y la mala gestión de basura de su población, así como las inundaciones en Chalco son un problema ambiental y social de gran relevancia. Esta situación, no solo afecta a muchas comunidades en México sino que existe en otros países, siendo el resultado de una compleja interacción de factores que van desde una infraestructura inadecuada hasta la repetición constante de hábitos que propician la contaminación por parte de los pobladores; como lo es la acumulación de basura en vías peatonales, calles, canales y ríos que obstruye el flujo normal del agua, lo que dificulta su drenaje y contribuye al riesgo de inundación. La basura acumulada en terrenos baldíos y áreas verdes reduce la capacidad del suelo para absorber el agua de lluvia, lo que provoca que el agua escurra rápidamente e inunde zonas urbanas.
La invención del plástico revolucionó la industria y los hogares, pero lamentablemente también se diseñó para envolturas y envasado de millones de productos, siendo este material el desecho más contaminante dentro de los sistemas de drenaje. Además, la basura que termina en ríos, lagos y lagunas contamina el agua y afecta a la vida acuática. También encontramos que los residuos orgánicos en descomposición generan gases de efecto invernadero que contribuyen al cambio climático y a eventos atmosféricos extremos.
Sin duda, un elemento crucial relacionado con esta problemática expuesta es el rápido crecimiento poblacional y la falta de planeación urbana, lo que genera una mayor producción de residuos y una presión sobre los servicios públicos. La insuficiencia de sistemas de recolección, tratamiento y disposición final de residuos sólidos urbanos agrava el problema.
También puedes leer: Productos alimenticios de México al mundo
Pero desde mi particular punto de vista, lo más grave de todo esto está representado por la falta de conciencia ciudadana sobre la importancia de la separación de residuos y la disposición adecuada de los mismos, lo que dificulta la gestión integral de lo que dejamos de utilizar.
Las inundaciones causan daños a viviendas, negocios e infraestructura, generando pérdidas económicas significativas para todos. Estás inundaciones también contaminan el subsuelo y los cuerpos de agua, afectando la biodiversidad y los ecosistemas.
Independientemente de que es necesario invertir en la construcción y mantenimiento de sistemas de drenaje adecuados, plantas de tratamiento de aguas residuales y rellenos sanitarios, se deben de implementar programas de educación ambiental para fomentar la participación ciudadana en la gestión de los residuos.
Hace unos días me sucedió algo incalificable. Realmente imaginando la pesadilla que se debe de estar viviendo en esa zona inundada, observando una toma de video con un dron, estupefacto vi basura tirada en una zona periférica a la catastrófica inundación. Año con año la gente llega a perderlo todo y ni aun así se aprende a darle a los residuos un manejo adecuado.
Por supuesto este es un fenómeno global; pero es indudable que representa un desafío que requiere de soluciones multidisciplinarias y a largo plazo.
Es necesario fomentar la cultura de las tres erre (3R), que significa: reducir consumo, reutilizar productos y reciclar materiales. Se debería impulsar la comercialización de productos con menor cantidad de envolturas, empaques, adhesivos plastificados y con mayor cantidad de materiales biodegradables o reciclables.
Otra medida prudente es plantear el cumplimiento de la Ley de Responsabilidad Extendida del Productor (REP), que obliga a los fabricantes a hacerse responsables de sus propios productos al final de su vida útil, incentivando el eco-diseño y la gestión de residuos. Promover la clasificación de los residuos según su origen (orgánicos, inorgánicos, reciclables, peligrosos) para facilitar su manejo y aprovechamiento. Implementar sistemas eficientes de recolección de residuos separados, con rutas y horarios definidos. Llevar a cabo un adecuado tratamiento de residuos, como por ejemplo con el compostaje, que es la transformación de los residuos orgánicos para mejorar la calidad del suelo. Procesar los materiales reciclables para obtener nuevos productos. En casos específicos y con tecnologías adecuadas, la incineración puede generar energía a partir de residuos no reciclables. Como última opción, los rellenos sanitarios deben ser diseñados y operados de manera segura para minimizar el impacto ambiental.
Definitivamente el pilar fundamental dependerá de la educación y concientización orientada a la población mediante campañas educativas para informar a la población sobre la importancia de la gestión de residuos y las buenas prácticas, además de incluir la educación ambiental en los currículos escolares para formar ciudadanos conscientes, así como fomentar la participación comunitaria en actividades de limpieza, clasificación, reciclaje y compostaje. Es urgente establecer marcos legales claros y exigentes para ejercer normatividad sobre la adecuada gestión de residuos, incluyendo sanciones por incumplimiento; multas onerosas que incentiven el compromiso ciudadano.
La solución al problema de la basura requiere un enfoque integral que involucre a gobiernos, empresas, organizaciones civiles y ciudadanos. Es fundamental trabajar en conjunto para cambiar nuestros hábitos de consumo y adoptar prácticas más sostenibles.
La problemática de la basura y las inundaciones en Chalco son un desafío complejo que requiere de múltiples acciones coordinadas por parte de los gobiernos, las empresas y la sociedad en su conjunto.
Te podría interesar: La bomba en Nagasaki
Comentarios: [email protected]