Como si un tapiz hubiese sido aventado sobre las montañas y del hacinamiento de concreto se hubiera hecho un gobelino. Así, es como la artista Paloma Torres (Ciudad de México, 1960) describe las imágenes que logró ver de la ciudad a través de tomas áreas, que le dejaron ver un espacio repleto de concreto y “de paisajes anodinos para seres alienados”.
Alrededor de 70 obras que dejan ver su indagación sobre la Ciudad de México, en la que ella habita, y en donde se ha perdido el espacio y la diferencia entre lo público y privado, se exhibirán a partir de este viernes 31 de mayo en Capilla del Arte UDLAP como parte de la exposición Recreaciones urbanas.
Con ella, como indicó Marie France Desdier, directora de Espacios culturales y patrimonio artístico de dicha institución, inicia la Temporada cultural verano 2019 de este espacio cultural de la Universidad de las Américas Puebla (UDLAP).
La muestra, expuso durante una rueda de medios, es una invitación a redescubrir a la propia Paloma Torres, una escultora mexicana formada en La Esmeralda miembro de una generación sobre la que ensayó la reconocida crítica de arte Teresa de Conde, quien la incluyó en la exposición Terra Incógnita, montada en el Museo de Arte Moderno del Instituto Nacional de Bellas Artes años atrás.
A Torres, continuó Desdier, la caracterizan sus cerámicas y terracotas, y más recientemente sus obras textiles logradas durante su estadía en Casa, Centro para las Artes San Agustín Etla, de Oaxaca, por invitación del maestro oaxaqueño Francisco Toledo. También, sus registros logrados bajo tierra cuando documentó las excavaciones de la línea del metro de la Ciudad de México, que le permitieron conocer sus entrañas.
Destacó la inclusión del fieltro en la obra de la artista, pues con él construye cuerpos volumétricos, que conviven con gobelinos, maderas y demás textiles, algunas piezas inéditas, pero que en suma hablan sobre la ciudad.
“Ella se preocupa por la ciudad, por el concreto, las varillas, sus estructuras. Hace una investigación visual del cielo, el suelo y el subsuelo. Tener estas relecturas permite a nuevas generaciones a entender a la artista y a ver que la escultura misma va más allá de un material”, indicó Desdier.
En su caso, Paloma Torres expuso que Recreaciones urbanas es una exposición de “media carrera”, complicada y de un espectro amplio, en el que se incorporan la fotografía, bronces, concreto y textiles, que refieren al espacio, a la forma en que “nos movemos y cómo nos movemos en ellos”.
Lo anterior, explicó, porque para ella “los espacios definen el carácter de la ciudad”, en donde ya no existe un espacio privado pues, cuando se abre la puerta, la ciudad misma es como un jardín, apareciendo “paisajes anodinos que crean seres enajenados”.
“Para mí el paisaje determina el carácter de una sociedad; por eso, hay que cuidar los espacios para que la vida sea más armónica en lo público y en lo privado”, consideró Paloma Torres.
Paralelamente a la exposición de Paloma Torres, en el segundo nivel de Capilla del Arte UDLAP abrirá Despacho Covarrubias, una instalación multimedia realizada por más de 40 estudiantes universitarios –en un ejercicio de colaboración transversal– bajo la curaduría del arquitecto Erik Camarena.
En ella, indicó, se da una exploración de la arquitectura de interiores, en la que se da una serie de reverberaciones: entre las tecnologías pasadas y las presentes, entre el papel y la pantalla, y el comportamiento de los usuarios. Agregó que al ser una instalación multimedia exige un recorrido personal, para generar una experiencia única de inmersión.
Ambas exposiciones se podrán visitar hasta el 15 de septiembre de martes a domingo, de 11 a 19 horas y con entrada libre. Para consultar la cartelera cultural de Capilla del Arte, que incluirá música, cine, encuentros y charlas entre artistas y científicos, conciertos y talleres, se podrá consultar el sitio www.udlap.mx/capilladelarte.