La apropiación del excedente

EL Capitalismmo depredador II:

La apropiación del excedente

La apropiación del excedente, del producto del trabajo del otro, se volvió la verdadera religión del Occidente, es decir de Europa. El oficio de guerrero, desarrollado inicialmente como instrumento de defensa del conjunto social en contra de los depredadores, se volvió mecanismo de ataque, de conquista es decir en un instrumento de depredación. La `profesionalización de los militares, en Roma, potenció  la capacidad  depredadora del ejército romano. Las incursiones de los bandidos se volvieron campañas militares: el saqueo la violación la toma de esclavos y la conquista de los territorios invadidos se convirtieron en actividades no solamente lícitas, legalizadas, sino  en verdaderos hechos heróicos.

Las  tierras conquistadas y sus habitantes fueron  pacificados, dominados, doblegados, sometidos al imperio, al que no solamente entregaban esclavos, sino también tributos o lo que es lo mismo: una gran parte o todo su excedente, de tal manera que los ciudadanos romanos participaban del botín y por lo mismo consideraron a sus guerreros como héroes, como sujetos dignos de veneración, como personas que eran semidioses.

Los generales se convirtieron en emperadores y al poder que da la fuerza bruta de los ejércitos sumaron el poder adquisitivo de la riqueza obtenida de la rapiña, de los saqueos, todo lo cual conjuntaron con su capacidad como jefes del gobierno y del estado para disponer a su antojo  de los bienes, las vidas y las honras de los ciudadanos romanos y de todos  los habitantes de las tierras “conquistadas”.

El imperio romano  creció tanto que su ejército fue incapaz de proteger sus fronteras  y fue destruido por los bárbaros^[1] hacia el sigloVI de nuestra era. A la desaparición del imperio hicieron acto de presencia los señores feudales guerreros expertos en el manejo de las armas, es decir depredadores, conquistadores que seguros en su habilidad para el empleo de la violencia se levantaron para apoderarse del fruto del trabajo de los demás y de pasada sometieron a sus vecinos, quienes fueron convertidos en siervos y obligados a pagar tributo. Por este camino la apropiación del excedente se volvió privilegio de los reyes, quienes emitieron leyes y se hicieron los legítimos poseedores de la violencia, del derecho a depredar hasta donde sus fuerzas alcanzaran: “por mandato divino”, según ellos.[2]

Los depredadores más poderosos se convirtieron en héroes paradigmáticos, en lo que todos quisieran ser y su imagen se estableció como la figura ideologica de “la grandeza “: La leyenda del hombre valiente, vencedor, conquistador, de sus gestas, sus campañas y sus triunfos que la literatura se encargará de relatar  en rtanto que  los juglares y trovadores los cantarán por todas las aldeas y burgos. Pero los siervos sólo podían aspirar s ser mozos de los señores si acaso a ser dignos de sostenerle el estribo.

Así transcurrió la edad medía y en el renacimiento (europeo) América fue “descubierta” y conquistada. Los guerreros, los conquistadores tuvieron nuevos territorios para depredar donde el trabajo necesario era más pequeño^[3] y por ello el trabajo excedente resultaba mayor, de tal suerte que este trabajo, cristalizado en los metales preciosos se convirtió en un torrente  de dinero que fluyó apara impulsar el desarrollo de los mercados europeos.

La depredación del excedente proveniente del nuevo mundo despertó la codicia de los otros países y la piratería se convirtió en una especie de depredación de los depredadores que surtió de dinero para impulsar la demanda, el consumo y la revolución industrial  europea.

El crecimiento del mercado, el desarrollo de las fuerzas productivas y  la revolución imdustrial fueron causa y consecuencia del cambio en las relaciones sociales. Surgieron nuevas formas de producción, más eficientes que las artesanias tradicionales y por lo mismo con mayor capacidad para producir trabajo excedente. Esto por un doble mecanismo: Por un lado, con los nuevos métodos de producción se obtenía más producto, mayor valor de la producción. Por otro lado el incremento de la producción abarataba la unidad de producto y por lo tanto reducía la cantidad (tiempo) de trabajo necesario para la reproducción del trabajador.

Los cambios en la producción conducirán a la aparición de una nueva forma de apropiación del excedente: ya no será solamente por la violencia física sino también por la violencia legalizada: la relación laboral mediada por el contrato de trabajo.

Los trabajadores ya no serán más obligados a trabajar por la brutal violencia física. No. A  partir del triunfo de la revolución francesa, la burguesía llega al poder y se establece la libertad y la igualdad de todos los ciudadanos.

En lo sucesivo, tanto el trabajador como el patrón , dueño de los medios de producción serán libres e iguales y por ello libres para realizar o no un contrato de trabajo e iguales para pactar las condiciones, Cierto no hay violencia física, pero hay una violencia social… ¿como y en que pueden ser iguales el que tiene todo y los que no tienen nada?

Y Ahí está el detalle, los ricos son ricos porque han sido trabajadores y ahorrativos[4] y los pobres…ahhh esos no trabajan, nomás están de flojos y cuando tienen un poquito se lo gastan luego luego, se emborrachan y por eso estamos como estamos.

En esta sociedad todos pueden aspirar a ser los nuevos héroe: banqueros o presidentes de la república, sólo que las oportunidades estan agotadas. La cola de los que están en espera se encuentran en los partidos, en las camarillas, en las familias de los poderosos, lugares a los que la raza jamás tiene acceso.

Pero eso sí la ideología dominante y los medios de comunicación la tv muestran que todos podemos ser triunfadores es decir héroes: Modelos, futbolistas, artistas, que pueden disfrutar plenamente del excedente y sus glorias. Mientras hay que seguir chambeando duro… o juntarnos y decir ¡Ya basta!  Y exigir un distribución equitativa del excedente: A cada quien según su trabajo…