Recursos limitados y falta de acciones y apoyos específicos para garantizar los servicios públicos básicos ahondan las desigualdades en que vive la población en las juntas auxiliares del municipio de Puebla. En sus territorios, las actividades agrícolas campesinas y la producción en pequeña escala, minifundista, se mantiene, aunque la falta de agua para regar los cultivos implica que solo puedan, en la mayoría de los casos, producir en temporal, afectando la posibilidad de obtener un mayor producto para la alimentación o el intercambio si hay excedentes.
Por otra parte, la urbanización en las juntas auxiliares ha crecido considerablemente; no así los servicios, como la dotación de agua, drenaje, saneamiento, pavimentación y alumbrado público, entre otros. Por ejemplo, en San Miguel Canoa, La Resurrección y San Andrés Azumiatla, el acceso al agua sigue siendo un problema central, donde más de 60 por ciento de su población es indígena y donde no hay agua para la satisfacción de las necesidades básicas ni tampoco para la siembra, según reveló José Andrés Agustín Cerón Salas, presidente de la Comisión de Desarrollo Rural del cabildo de Puebla, derivado de un diagnóstico que están realizando para ser entregado al cabildo al Instituto Municipal de Planeación (Implan) para llevar a cabo medidas de solución.
Dichas medidas, seguramente deberán tener como corolario una distribución del presupuesto diferente a lo que se ha hecho en el último trienio, ya que dotar de servicios públicos a las juntas auxiliares implica destinar recursos específicos, cambiando ciertas prioridades que en el tiempo han beneficiado solo a ciertas colonias y zonas residenciales.
Así también, resulta prioritario apoyar las actividades productivas agrícolas campesinas que se mantienen en las juntas auxiliares, así como la elaboración de ciertos productos como las tortillas, tlayoyos y memelas, que son repartidas a lo largo de ciertas rutas de distribución y que permiten a una parte de la población del municipio seguir comiendo y consumiendo tortillas hechas a mano.
Por ello, para disminuir la desigualdad y la pobreza en el municipio de Puebla y mejorar las condiciones de vida de las personas que habitan las 17 juntas auxiliares implica dotar de los servicios públicos básicos a los que tienen derecho, así como apoyar las actividades que realizan sus habitantes.