El expresidente de Tehuacán Felipe Patjane Martínez fue absuelto de los procesos penales en su contra que lo mantuvieron en prisión durante más de cinco años. Su padre, Sergio Patjane Ceja, dio a conocer que fueron en total 10 carpetas de investigación de las cuales algunas no procedieron y en el resto fue exonerado, ante lo cual aseveró que su hijo nunca debió estar en la cárcel.
La liberación de Patjane Martínez deja una serie de interrogantes sobre las verdaderas razones detrás de su encarcelamiento y el impacto de las decisiones políticas de la administración del fallecido Luis Miguel Barbosa Huerta, así como en la utilización y transparencia de los recursos del erario.
Patjane Martínez fue detenido en noviembre de 2019, a un año de haber asumido la presidencia municipal, bajo cargos de desvío de recursos y abuso de autoridad, en un entorno donde sus actos mediáticamente se volvieron impopulares y donde los señalamientos iban desde ignorar al cabildo y al síndico de las decisiones y en el otorgamiento de contratos a particulares. Además, de que su vida personal también se convirtió en un tema público que mostraba ciertas excentricidades mientras crecían los problemas internos en su administración que comenzaron a hacerse evidentes, y algunos regidores comenzaron a exponer irregularidades detectadas.
A pesar de no contar con experiencia política y ser considerado simpatizante del PAN, Patjane Martínez fue presentado en 2018 como candidato a la presidencia municipal de Tehuacán, respaldado por la coalición “Juntos Haremos Historia”, conformada por Morena, el Partido del Trabajo (PT) y el Partido Encuentro Social (PES). Aprovechando el efecto político de Andrés Manuel López Obrador, logró convertirse en presidente municipal más votado en la historia de Tehuacán, tomando posesión el 15 de octubre de 2018.
Sin embargo, a un día de su primer informe de gobierno municipal, el gobernador del estado declaró que se había detectado un desfalco de más de 120 millones de pesos y en noviembre de 2019 fue detenido; fue liberado condicionalmente el 11 de enero de este año 2025, con la obligación de usar un brazalete, no abandonar el municipio y asistir a las audiencias de su proceso. Su familia sostuvo en más de una ocasión que se trató de un acto de revancha por parte del entonces gobernador. Esta semana se le exoneró y de ese modo los procesos en su contra se terminan, aunque los interrogantes se mantengan en torno a su gestión y de las razones de fondo sobre su detención.