Para Juan Alberto Vázquez Muñoz, director de la Facultad de Economía de la BUAP, los Corredores Económicos del Bienestar y el programa Hecho en México, impulsados por la Secretaría de Economía federal, han resultado insuficientes porque no crean una base manufacturera robusta ni logran insertar a México en cadenas globales con productos de alto valor.
En entrevista con La Jornada de Oriente, el académico advirtió que el diseño actual de estos programas no promueven el desarrollo de empresas capaces de transformar a fondo la economía del estado.
Como contexto, el gobierno federal ha anunciado inversiones superiores a 2 mil 100 millones de pesos y la futura llegada de cinco empresas a Ciudad Modelo, con la promesa de generar 5 mil 100 empleos entre directos e indirectos. Sin embargo, en la región no existen avances materiales; no se ha iniciado la construcción de ninguna planta ni se han activado las cadenas productivas que se esperaban como consecuencia de esta política.
Vázquez Muñoz subraya que la insuficiencia de los corredores económicos se refleja en la incapacidad de crear empleos estables y de consolidar empresas de gran escala. Apunta que el esquema actual del bienestar se limita a fomentar expectativas, sin traducirse en el surgimiento de una industria competitiva en los mercados internacionales.
En torno al programa Hecho en México, el especialista de la BUAP observa que el enfoque está restringido al fomento del consumo nacional sin que existan productos manufacturados mexicanos de alto valor en el mercado, lo que reduce ampliamente su alcance.
“En el caso del sistema en el que vivimos, desafortunadamente es una cuestión de escala. ¿Qué quiere decir esto? Está muy bien que se promueva lo nacional, yo creo que eso es algo muy adecuado, pero la verdad es que honestamente promover actividades de baja escala no nos resuelve mucho el tema. Es decir, por ejemplo, ¿por qué los chinos lograron ser tan productivos y ser tan competitivos y poder insertarse en casi cualquier mercado a nivel mundial? Bueno, pues fue que crearon industrias, crearon industrias con producción a escala”.
Explicó que la capacidad de crear un verdadero mercado doméstico depende del impulso a la industria de alto valor agregado, pues la venta de bienes producidos por microempresas o talleres familiares no basta para transformar el modelo económico.
“No es solo pedirle a la gente que consuma productos mexicanos; la pregunta clave es: ¿dónde se puede adquirir un automóvil, un refrigerador o electrodoméstico nacional si no existen estas empresas?”, cuestionó, subrayando la ausencia de opciones en sectores clave.
En conclusión, Vázquez Muñoz insiste en que, mientras la política industrial se mantenga anclada a esquemas de bajo impacto y en incentivos dispersos, Puebla y el país seguirán lejos de superar las barreras históricas del desarrollo.


