Cuando menos un mes lleva sin funcionar el único elevador con el que cuenta la clínica norte del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE), en la ciudad de Puebla, por lo que para algunos derechohabientes, sobre todo los que tienen alguna discapacidad o problema físico, que están en silla de ruedas o usan bastón, es sumamente complicado desplazarse dentro del inmueble.
La Jornada de Oriente pudo constatar que ascensor que se encuentra al fondo del edificio, no está operando, por lo que las personas tienen que utilizar la escalera, aguantándose el dolor al subir o bajar cada uno de los 30 escalones de la misma.
En las entradas al elevador han sido colocadas cintas amarillas con la leyenda “precaución”, así como bancas que impiden el caso al mismo.
“Como yo uso ese elevador precisamente porque a mí me amputaron una pierna, arriba están los consultorios para consulta general, entonces tengo que usar las escaleras, han de ser como unos 20, 25 escalones y es una escalera de caracol, entonces hay que dar todavía la vuelta y sí es complicado con las muletas, aun con la órtesis. No me he cronometrado, pero (tardo en subir) más o menos 10 minutos”, refirió una derechohabiente que tiene una prótesis que sustituye a su pierna derecha.
Añadió que al ocupar las escaleras tiene cierto temor y debe ser muy cuidadosa de que no se le atore el pie para no caer. De hecho, las baja de espaldas.
Su mamá también es afectada con el hecho de que el elevador esté inservible, ya que no puede caminar mucho por el desgaste de los meniscos de las rodillas.
En el segundo piso se encuentran, además de algunos consultorios, las áreas de laboratorios, inmunización y cartillas, por lo que para muchos pacientes es obligatorio subir para tener acceso a los servicios que ahí se prestan.
Los derechohabientes criticaron que no se dé mantenimiento al elevador y que la reparación tarde tanto, sabiendo que es indispensable para algunos usuarios.
Una enfermera confirmó que desde hace un mes no sirve y refirió que apenas el pasado miércoles llegaron a quitar las puertas del ascensor, en la planta baja, para supuestamente arreglarlo.
Sin embargo, ayer no se observó a trabajadores que estuviera intentando arreglarlo.
Dentro del inmueble también se registran otros problemas, entre ellos que de los cuatro sanitarios que hay para mujeres, solo dos sirven (uno en cada piso).
En los baños de la planta baja está descompuesto uno de los lavabos, al que ya taparon con un cartón avisando que no está en servicio y un letrero similar fue puesto en la puerta de uno de los retretes.
En ese marco, algunos usuarios aprovecharon para quejarse de la larga la espera para obtener una consulta con un médico general o especialista y exhibieron que en ocasiones los galenos no se presentan a laborar, por lo que las personas que vienen del interior del estado, que viajaron durante varias horas, de noche o madrugada para llegar a tiempo, se tienen que regresar a sus lugares de origen sin haber sido atendidos.
La Jornada de Oriente recientemente exhibió que otro caso grave de falla de elevadores, se trata de los seis con los que cuenta el Hospital de Especialidades del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores al Servicio de los Poderes del Estado de Puebla (ISSSTEP).
Testimonios de los trabajadores del nosocomio revelaron que solo funcionaron bien el primer año, pero en los 13 subsecuentes se han descompuesto constantemente, tanto los que están destinado al uso de los derechohabientes, como los que ocupan los trabajadores para trasladar a los pacientes, alimentos, equipos y materiales.
El secretario de Salud, José Antonio Martínez García, indicó que el fallo de los ascensores se debe a vicios ocultos en la construcción del inmueble, entre ellos que no se cuenta con las dimensiones requeridas para dar cabida a las camillas.
El personal se queja de que ha habido momentos en que ningún elevador funciona y no pueden llevar a quienes permanecen internados a que les realicen sus estudios o sean intervenidos quirúrgicamente.
Derivado de ello, las cirugías se han retrasado hasta cuatro horas, que es el tiempo que tarda un empresa externa en arreglar los ascensores.
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