El asalto que sufrieron la noche del martes conductores y acompañantes de una docena de vehículos en la carretera de cuota Puebla–Atlixco ha puesto al descubierto una vez más la inseguridad de esa vialidad, la falta de protocolos de seguridad y atención a emergencias, así como la indiferencia de las autoridades ante la ola de asaltos que viene incrementándose desde hace por lo menos dos años. Ayer los afectados denunciaron que las llamadas de auxilio realizadas a los números de emergencia no fueron atendidas, lo que evidencia negligencia de la concesionaria que opera la autopista y de las autoridades.
Además, después de esa experiencia traumática, los automovilistas se encontraron con la dificultad de realizar las denuncias correspondientes, ya que los Ministerios Público de Atlixco y Puebla ignoraban cuál era la jurisdicción correspondiente.
Por otra parte, las declaraciones infortunadas de la titular del organismo Carreteras de Cuota de Puebla (CCP), Norma Layón Aarun, buscando deslindarse de los hechos y responsabilizando solo a la empresa concesionaria Promotora y Operadora de Infraestructura (Pinfra), en medios nacionales, ha motivado aún más a diversos grupos de ciudadanos atilxquenses no solo a pedir la destitución de la funcionaria, sino a una acción el próximo domingo con la toma de la caseta.
Habría que mencionar que la cuota de 57 pesos por los 22 kilómetros resulta muy onerosa para los vehículos que la transitan diariamente, misma que se ha convertido en una vialidad de gran flujo vehicular, más en fines de semana, donde el auxilio vial es inexistente, al mismo tiempo que la inseguridad en las noches se ha incrementado de manera continua hasta llegar a los últimos sucesos, sin que las autoridades atendieran esa problemática. No olvidamos tampoco las condiciones deplorables del pavimento que por meses tuvo la autopista el pasado año, donde los baches gigantescos llegaban al colmo de estar en las zonas de cobro de las casetas.
Ayer por la mañana, patrullas de la Policía Estatal y la Guardia Nacional recorrían la carretera de cuota; sin embargo, desconocemos si esa vigilancia se mantendrá en la noche de manera permanente y se extenderá a la carretera federal, que la noche del miércoles lucía con muy poco tráfico vehicular y se habían ausentado las patrullas de las Policías municipales que recorren normalmente la zona.
El flujo vehicular y de actividades de esas vialidades entre los municipios de Puebla y Atlixco obliga a las autoridades a desplegar las acciones necesarias para controlar la inseguridad que amenaza con asentarse en la zona.