La entrada de prendas de origen chino está afectando a las textileras instaladas en México, al grado de que las utilidades que se reparten a los trabajadores son menos y en este año podrían caer hasta 50 por ciento.
Así lo indicó Porfirio Díaz Morales, secretario general del Sindicato Industrial de la Rama Textil del Algodón “Libertad”, quien en entrevista con La Jornada de Oriente, añadió que la competencia es cada vez más desleal, lo que termina afectando a los obreros.
Expuso que antes de la epidemia de Covid-19 les tocaba en promedio 2 mil o 3 mil pesos de las ganancias, pero dijo estar casi seguro de que en este año solo serán mil 500 pesos, es decir únicamente la mitad de lo que recibían en otros periodos.
“Las prendas chinas no han estado dando en la torre a las empresas, principalmente al sector textil, muchas veces es una competencia desleal, no tenemos cómo atacar. Ahorita el patrón tiene una situación muy grave respecto a liquidez, le da mucho problema reinvertir, ha estado reinvirtiendo, pero no hay lo suficiente”.
El organismo gremial cuenta con contratos colectivos de trabajo en 15 empresas de Puebla, Tlaxcala y la Ciudad de México, las cuales proveen tanto a almacenes como a ensambladoras de vehículos; indicó que todavía no entregan parte de las ganancias, pero sostuvo que todas cumplirán dentro del plazo establecido por en la ley.
Te podría interesar: Exige diputada comparecencia de los directivos de Soapap y Agua de Puebla, por falta de suministro.
Añadió que en las mismas se perdieron alrededor de 500 puestos de trabajo durante la epidemia de Covid-19, los cuales no se han recuperado porque hay pocos interesados en laborar en textileras.
Por otra parte, Díaz Morales indicó que en el actual sexenio se han notado mejoras a las condiciones de la clase trabajadora, tales como el aumento de días de vacaciones y al salario mínimo.
No obstante, manifestó no estar a favor de que se reduzca la jornada laboral a 40 horas a la semana, tal como lo propone el presidente Andrés Manuel López Obrador.
Glosó que si eso ocurriera, sería difícil para las textileras en las que cuentan con representación sindical, poder cumplir en tiempo y forma con las entregas a sus clientes.
De igual forma, el líder gremial consideró que establecer un mínimo de 30 días de aguinaldo beneficiaría a los trabajadores, pero podría afectar financieramente a las empresas.
“La verdad no estoy muy de acuerdo, es que cuando nosotros como empresa vendemos directamente a las tiendas departamentales, tenemos tiempos y formas de entrego, y si no (cumplimos) tenemos penalizaciones”.
Añadió que también falta personal, por lo que laborar solo cinco días a la semana complicaría las operaciones.