Sao Paulo. Las autoridades brasileñas anunciaron este lunes que ya no queda ningún foco activo de los incendios forestales que arrasaron miles de hectáreas en el estado de Sao Paulo, el más poblado del país, aunque se mantiene la alerta por temor a una reactivación del fuego.
“Hicimos el reconocimiento en la mañana y los focos que permanecían (…) ya fueron extinguidos. No hay ningún foco activo en el estado de Sao Paulo”, informó el gobernador Tarcísio de Freitas al canal Globonews.
Desde el jueves, se habían registrado 2 mil 700 focos en este rico estado agropecuario del sureste de Brasil, lo que puso en estado de alerta a más de 40 municipios.
Freitas agregó no obstante que las fuerzas armadas y los bomberos continúan desplegados “para evitar el reencendido” de las llamas, que quemaron más de 20 mil hectáreas, ante la previsión de que vuelva el tiempo seco, después de dos días de lluvia.
Según datos del Instituto Nacional de Investigaciones Espaciales (INPE), el estado de Sao Paulo vive su peor mes de agosto en cuanto a incendios desde que se iniciaron los registros en 1998, con más de 3 mil 480 focos identificados. Eso es más del doble del total del año pasado.
Las nubes de humo se hicieron visibles en varias ciudades de otras regiones de Brasil, incluida la capital Brasilia (centro-oeste).
Más de 90 por ciento de los incendios en Sao Paulo fueron causados por la acción humana, lo que tomó por “sorpresa” a las autoridades, reconoció el secretario nacional de Defensa Civil, Wolnei Wolff, en rueda de prensa.
El gobernador señaló que tres personas fueron detenidas “in fraganti” en relación a los incendios. Evaluó además los daños en más de mil millones de reales (USD 180 millones).
Las llamas también se propagan actualmente en la Amazonía brasileña, con incendios récord en casi dos décadas, y en julio, el Pantanal, el mayor humedal tropical del mundo conocido por su rica biodiversidad, enfrentó también focos históricos.
Para expertos y autoridades, la fuerte sequía que afecta actualmente buena parte de Brasil y está propiciada en parte por el cambio climático explica que los fuegos se propaguen rápidamente.
La mayoría de estos incendios son de origen criminal y están destinados a fines agrícolas.
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