Los medios de comunicación afirman que el domingo pasado acudieron al zócalo capitalino aproximadamente 400 mil personas, que iban a presenciar el mensaje que la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo ofrecía al pueblo de México, con motivo de cumplir su primer año de gobierno. Sin duda, se cumplieron las expectativas.
Pero más allá de las apreciaciones escenográficas, vale la pena comentar sobre los dichos del mensaje, el cual de alguna manera ya había sido preludiado con el Informe formal entregado al Poder Legislativo y los aspectos vertidos en el documental que circuló en redes sociales un día antes: Los primeros 365 días, la transformación avanza.
En su mensaje, por lo menos una vez, la presidenta reiteró que, “vamos por el camino correcto”, un poco para señalar la pertinencia del proyecto levantado por la Cuarta Transformación (4T), la continuidad con respecto al sexenio de Andrés Manuel López Obrador, del cual subrayó que no se diferenciaría, como lo espera la oposición y sus detractores. Así, incluso, iniciaría su discurso ante Zócalo lleno.
Fue un texto cargado de frases, soportadas por algunos datos duros de todo lo realizado en el último año, lo cual le dio un estilo especial, más con sentido político que como manifestación de rendición de cuentas, cuestión, que al fin y al cabo, ya había realizado en su visita al país, a 31 entidades, ciclo que cerraba en esta ocasión en la Ciudad de México.
Una frase que expresa el sentido ético de su gobierno, del cual no dudamos es la siguiente: “hay convicción más allá del dinero y el mercado”, para cerrar con la afirmación de que su compromiso es con el pueblo y defender a la Patria. Resalta que en el video plantea que hay que tener amor a tus anhelos, los cuales no son personales, lo que denota una clara diferenciación del individualismo y el colectivismo. No dudo de ella y sus afirmaciones, pero no confío en muchos de sus correligionarios, que están en la cúpula con doble cara y que a futuro pudiesen ser el punto débil del proyecto propuesto por la presidenta.
Otro aspecto destacado de su discurso fue afirmar que México es el país menos desigual del continente, después de Canadá, además de que se ha implementado en su gobierno el plan social más ambicioso de la historia. Valora con sentido positivo el modelo económico seguido hasta ahora, el cual califica como humanista y el cual adelanta que no variará en lo sucesivo, aspecto que requeriría en otro momento hacer un alto, para su mayor profundización, más cuando no ha tocado al gran capital, implementa el Plan México y asevera que se ha separado el poder económico del poder político, puntos que también obligan a hacer otras lecturas.
Lo que si hay que saludar es la marcha atrás de las contra reformas, que hay permitido la recuperación de Pemex y de la CFE, revindicar a el agua como un derecho y no como una mercancía, así como impulsar a México como un país de innovación tecnológica.
En la entrega de la próxima semana seguiremos hablando del balance sobre el primer año de gobierno de Claudia Sheinbaum.
