Aunque la pandemia de coronavirus hizo que del ciclo 2019-2020 al 2020-2021 hubiera una disminución total de 5 por ciento en la matrícula de instituciones de educación superior de Puebla (IES) -que pasaron de 328 mil 464 alumnos a 312 mil 755-, para el ciclo escolar 2022-2023 no solo hubo una recuperación, sino que la matrícula aumentó en 12 por ciento, al ubicarse en 354 mil 186 alumnos inscritos, según datos de la Dirección General de Planeación, Programación y Estadística Educativa de la Secretaría de Educación Pública (SEP).
Instituciones como la Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla (UPAEP) confirman que la recuperación expresada en las cifras oficiales, mientras que otras como la Universidad del Valle aseguran que hay un estancamiento.
Otras IES como el Instituto de Ciencias Jurídicas reportan una recuperación lenta, de apenas el 5 por ciento. de la matrícula perdida.
Estabilidad
En la UPAEP desde hace aproximadamente seis años se mantienen en un rango de alumnos de entre 17 mil y 19 mil, lo que los convierte en la institución de educación superior particular con más alumnos en territorio poblano, manifestó Eva María Pérez Castrejón, jefe del departamento de Promoción, Posgrados y Modalidades, quien abundó que para mantener esa cifra tuvieron que transformar sus acciones y estrategias.
La funcionaria comentó que incluso registraron alza de poco más de 10 por ciento en la modalidad en línea, ya que varias personas aprovecharon, por ejemplo, para inscribirse a posgrados que no había en sus estados o que antes de la epidemia no disponían de tiempo para cursarlos.
“Cambió la forma de trabajo, todo lo que teníamos de manera física, lo tuvimos que llevar a través de las plataformas y de las redes sociales…Innovamos, creamos, rediseñamos acciones y estrategias para estar presente en todos los temas que tradicionalmente lo hacemos.”.
Abundó que lo que sí registraron fueron casos de estudiantes, sobre todo los que desde el inicio estuvieron en la modalidad a distancia, que tenían temor de regresar a clases presenciales.
A ellos se les ofreció acompañamiento psicológico y pedagógico, además de actividades extracurriculares para que pudieran adaptarse.
También sostuvo que no registraron bajas porque desde Dirección de Finanzas de la universidad se lanzó una campaña para signar convenios con quienes no podían pagar colegiaturas.
Crecimiento lento
En tanto que en la Universidad del Valle de Puebla (UVP), más que caída en matrícula, lo que se registró fue un estancamiento y no han logrado crecer al ritmo de 30 por ciento anual que tenían proyectado, expresó María de Jesús Espino Guevara, Directora General Académica, quien refirió que en 2020 contaban con 3 mil 800 alumnos y para 2021 elevaron a 3 mil 994; eso representó alza de 5 por ciento.
Para 2022 lograron subir a 4 mil 300 estudiantes, por lo que respecto al año previo el alza fue de 7.6 por ciento; y para el periodo que está por iniciar prevén llegar a los 4 mil 500.
“El estancamiento fue entre 2020 y 2021, fue un periodo complicado, ahí es donde notamos estancamiento; otras sufrieron decremento, nosotros sentimos ese estancamiento, pero no nos fuimos abajo”.
A decir de Espino Guevara, no hubo deserción porque durante los momentos más críticos, cuando varios alumnos se empezaron a retrasar en sus pagos, mantuvieron las becas (de entre 25 y 100 por ciento).
Además, se otorgaron otras a quienes demostraron la necesidad de tenerlas por alguna situación difícil que estuvieran atravesando, sin que estar obligados a mantener un promedio en particular. A la fecha, de esos alumnos, uno de cada tres siguen becados.
La directora concluyó que en el actual ciclo de inscripciones, para elevar la matrícula le apuestan por precios competitivos, sin demeritar la calidad educativa.
Recuperación de apenas 5%
Por su parte, Germán Molina Carrillo, director del Instituto de Ciencias Jurídicas (ICI), manifestó que contaban a principios de marzo de 2020 con 850 estudiantes en tres carreras: Derecho, Psicología y Relaciones Internacionales; otros 100 en bachillerato, más los de posgrado, por lo que su matrícula rondaba en ese entonces en mil alumnos.
Pero para finales del ciclo ya tenían una caída de 20 por ciento, es decir que 200 alumnos desertaron por razones económicas o porque no les gusto el modelo a distancia que se implementó debido al confinamiento.
Y para agosto de 2021, es decir en la temporada de nuevo ingreso, dicha proporción se elevó a 30 puntos porcentuales.
“Porque aun comenzando a regresar, el golpe económico de las familias, obligó a que las familias tuvieran que replantear si pagar educación o pagar alimentos”.
Actualmente, su recuperación solo ha sido de entre 5 y 8 puntos porcentuales, es decir que tienen alrededor de 75 por ciento de la matricula registrada antes del Covid, pero la recuperación se está dando de manera lenta.
Expuso que las becas que otorga el gobierno federal han ayudado a las familias, razón por la cual pocas consideran la educación privada como opción.
De hecho, comentó que de cada 10 aspirantes que no pudieron ingresar a la UAP, solo tres ingresan a universidades particulares.
Molina Carrillo añadió que aun ofreciendo becas, es complicado recuperar los niveles previos al coronavirus y aunque externó que les ayudaría mucho una alianza entre el gobierno federal y las instituciones privadas, están conscientes de que primero tiene como prioridad a la escuela pública.
“El golpe a los planteles ha sido muy fuerte porque dependemos de la matricula porque no hubo ninguna exención, ningún descuento, ningún apoyo para la educación particular… Al Estado le saldría mucho más barato pagarle a un alumno su educación, darle un apoyo para universidad, que lo que le cuesta en los planteles públicos mantener todo el aparato”, declaró.
Impactos negativos de hasta 70%
Pero hay instituciones educativas particulares de Puebla se encuentran hasta 70 por ciento debajo de la matrícula que tenían antes de la epidemia de Covid-19.
Ese es el caso del Instituto Universitario de Puebla (IUP), cuyo director Gustavo Santín Nieto, confirmó que esta institución ha enfrentado una difícil situación, debido a las afectaciones económicas derivadas del SARS-CoV-2.
Abundó que si tuvieran que pagar renta, ya habría cerrado desde hace mucho, debido a que no han logrado que más jóvenes se inscriban.
El declarante, quien también es presidente de la Asociación de Universidades e Instituciones de Educación Media Superior y Superior (AUIEMSS), comentó que de esa agrupación, solo una de las agremiadas que estaba en Cholula cerró de manera definitiva, al no poder superar las afectaciones económicas que tuvo en la emergencia sanitaria.
Del resto, comentó que las cifras son variadas, toda vez que las universidades del área de la salud sí mantienen una buena matrícula.
Añadió que las escuelas privadas están adoptando estrategias, tales como mantener becas y no subir los precios de colegiaturas para mantener o elevar la cantidad de alumnos.
