Un grupo de expertos vulcanólogos y sismólogos del Instituto de Geofísica de la Universidad Autónoma Nacional de México (UNAM) coincidió que hay una tendencia ascendente de la actividad eruptiva del volcán Popocatépetl, con base al monitoreo y el análisis de gráficas históricas.
Además, determinó que es difícil predecir la duración de un episodio de aumento de actividad volcánica, como el que presenta el Popocatépetl, pero lo más probable basados en su experiencia “es que en los próximos meses haya muchos episodios como el de ahora, el más largo que hemos observado”.
La información se dio a conocer la tarde de este lunes en una conferencia de prensa convocada por el Instituto de Geofísica de la UNAM al que titularon: “¿Qué está pasando con el volcán Popocatépetl?”.
En la conferencia participaron el doctor José Luis Macías Vázquez, director del Instituto de Geofísica; y el doctor Servando de la Cruz, investigador Emérito del Sistema Nacional de Investigación (SIN) y del Departamento de Vulcanología de Geofísica.
Además, de los doctores Ana Lillian Martín del Pozzo, Carlos Valdés González y Robin Campion, los tres investigadores del Departamento de Vulcanología de Geofísica, así como el maestro en Ciencias Carlos Gutiérrez Martínez, director de Investigación del Centro Nacional de Prevención de Desastres (Cenapred).
El sismólogo Carlos Valdés González informó que hemos estado anteriormente en la alerta Amarillo Fase 3, debido a que el volcán ha presentado actividad continua desde el 21 de diciembre de 1994, a punto de cumplirse 30 años.
“Algunas de las etapas en las que hemos estado en Amarillo Fase 3 fue en los años 2000, 2003, 2019; y cayó mucha ceniza en 1994, en mayo de 2013, en abril de 2016”, precisó.
Sin embargo, el investigador destacó que “hay un incremento que viene desde septiembre del año pasado, con un inicio muy leve de actividad, y lo que hemos visto en las últimas tres semanas es una cantidad de explosiones más importantes”.
Recordó claramente el sismo que ocurrió el pasado 10 de mayo a la 01:05 horas que despertó a una gran cantidad de pobladores cercanos al volcán, tras relatar que “el estruendo vibró las ventanas y el sonido fue suficiente como para despertarlos, causando temor y preocupación”.
Aumento de actividad podría durar dos años, como ocurrió en 2012: Robin Campion
En tanto, el doctor Robin Campion expuso que es difícil predecir la duración del incremento de la actividad volcánica como la que actualmente presenta el Popocatépetl, pero de acuerdo con su experiencia “es que en los próximos meses haya muchos episodios como el de ahora, el más largo que hemos observado”.
Explicó que la situación actual del volcán es diferente a la de otros años, pues “el incremento ha sido gradual y hemos estado observando esta situación desde diciembre del año pasado, donde la intensidad ha ido ascendiendo en los últimos meses”.
“El aumento gradual ha llegado a valores muy altos, recuerda bastante lo que pasó en 2012, que empezó a finales de 2011, el cual fue el inicio de un periodo de actividad elevada que duró dos años. Este es el escenario más probable que podemos esperar”, declaró.
Campion dijo que entre 2012 y 2013 las emisiones de gases volcánicos alcanzaron valores de casi 30 mil toneladas por día de dióxido de azufre.
Estamos ante una fase de reactivación del volcán: Servando de la Cruz
Por su parte, el vulcanólogo Servando de la Cruz destacó que “estamos actualmente en un episodio de reactivación del volcán, que desde luego no es el primero y posiblemente no sea el último”.
Dijo que actualmente se observa una reactivación del volcán. “No es un fenómeno nuevo. El tipo de erupción que se está viendo ha sido observado desde el tiempo de La Colonia, con un registro de 13 veces la actividad de este tipo con duración de hasta 40 años”, explicó.
No obstante, el experto precisó que el episodio actual se inició en 1994, después de uno similar en 1927 que terminó en 1929.
Servando de la Cruz reconoció que si bien no se pueden hacer pronósticos de largo plazo sí se pueden realizar a corto plazo, y esa es la razón por la cual el Comité Científico está en sesión permanente y determinó elevar la alerta volcánica.
“Se detectó un incremento en el nivel de actividad que no se había visto en 3 o 4 años y eso motivó el cambio del semáforo; sin embargo, en ocasiones han ocurrido lo mismo y afortunadamente no hemos llegado a nivel más alto del semáforo, pero estamos atentos y preparados”, afirmó.
Todo indica -refirió- que la evolución de la actividad se mantendrá más parecida a lo que hemos visto en los últimos 30 años.
Para junio y julio, la ceniza llegará a la CDMX
Al final, la investigadora Ana Lillian Martín del Pozzo informó que, de acuerdo con los mapas de peligro del volcán Popocatépetl, es muy alta la posibilidad de que entre los meses de junio y julio, la ceniza del volcán llegue a la ciudad de México por la dirección del viento.
Dijo que durante el invierno las nubes llevan la ceniza hacia Puebla, pero a partir de mayo expuso que el viento comienza a ser cambiante.
Martín del Pozzo precisó que la ceniza, que no es más que las partículas fragmentadas del material expulsa el volcán, afecta ojos, garganta, el sistema respiratorio y puede causar irritación en la piel.
Ante lo expuesto, exhortó a la población a poner en práctica una serie de recomendaciones como uso del cubrebocas, lavar los ojos, barrer y recoger la ceniza, para evitar enfermedades como la conjuntivitis e infecciones en vías respiratorias.