El gobernador Luis Miguel Barbosa Huerta dijo que se tiene la sospecha de que la persona que sufrió el ataque en el módulo de vacunación pediátrica antiCovid, en la ciudad de Puebla, no se trata de “La Zorra”, pues ese personaje se supone está acusado de homicidio y narcomenudeo.
Por lo tanto, afirmó que se está investigando la identidad de la persona que sufrió el atentado el pasado martes 28 de junio a mano de dos sicarios que viajaban en una motocicleta, en el que resultaron cuatro lesionados por arma de fuego, entre ellos una menor que se encuentra con diagnóstico reservado.
Durante la habitual conferencia de prensa virtual, el mandatario poblano incluso señaló a la Secretaría de Seguridad Pública del municipio de Puebla de filtrar información a los medios de comunicación de que la persona lesionada era el presunto delincuente apodado “La Zorra”.
Al respecto, refirió que es muy probable que la autoridad capitalina tenga que deslindarse, al referir que la información puede ser errónea.
Además, expuso podría haber omisión por parte de la policía municipal de Puebla, debido a que había agentes en las inmediaciones donde ocurrió la balacera, pero nadie actuó para garantizar la seguridad de las personas que ahí se encontraban en la fila esperando la vacunación para sus hijos.
Sobre el tema, Miguel Barbosa dijo que los hechos serán esclarecidos con la investigación que inició la Fiscalía General del Estado (FGE).
Calificó de “muy lamentable” los hechos de violencia, “en el que dos personas en motocicleta, como lo hacen los sicarios en eventos, atacaron a una persona específica y producto de ese ataque salen lesionados otra persona mayor de edad y dos niños”.
La Secretaría de Seguridad Pública (SSP) emitió un comunicado en el que informó que los cuatro lesionados están estables y bajo observación médica.
La dependencia señaló que “La Zorra” habría participado en distintos delitos por lo que quedó a disposición de las autoridades.
El presunto delincuente habría estado preso en el penal de San Miguel y en diciembre de 2020 fue trasladado a un penal en Oaxaca junto con una veintena de internos que también fueron reubicados por considerarse de alta peligrosidad.
Tras la balacera, la jornada de vacunación continuó, incluso no disminuyó la afluencia de personas.