Algunos hallazgos en el sitio arqueológico Teteles de Ávila Castillo confirman la hipótesis que “fue un centro ceremonial habitado por una antigua cultura primigenia de la Sierra Norte que, por causas desconocidas, se cree que emigró hacia Teotihuacan, Cantona o Cholula, y después regresó para rendir veneración a sus ancestros, y cuyas características culturales son propias de los grupos totonacos”.
Ello, fue informado por el responsable del proyecto arqueológico Teteles de Ávila Castillo, Alberto Diez Barroso Repizo, quien añadió que dichos descubrimientos se dan tras una década de investigación en este sitio ubicado en el municipio homónimo.
Por medio de un comunicado, el arqueólogo del Centro del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) de Puebla, agregó que estos grupos tuvieron un elevado desarrollo durante el periodo Formativo Tardío, considerado entre el 600 y el 200 antes de esta era en común.
Informó que con estos trabajos, que cuentan con la autorización del Consejo de Arqueología, consisten en la consolidación de las tres principales estructuras que se encuentran en la denominada Gran Plaza.
Dichas estructuras, explicó Diez Barroso Repizo, “presentan daños causados por la intemperie, la extracción de piedra para las casas de la localidad y el paso del ganado que transitaba libremente, que destruyó las orillas de los basamentos”.
El material arqueológico hallado durante las excavaciones de la Estructura 2, detalló el arqueólogo, fueron tiestos o tepalcates, fragmentos de cerámica quemada, lítica pulida y tallada de obsidiana y basalto.
Dichos objetos, continuó, son indicios de los elementos utilizados por los antiguos grupos, los cuales sugieren que Tetelictic o Los cerritos, como los pobladores llaman al recinto sagrado, y cuyo nombre se deriva de la raíz nahua tetel, que significa “montículo de piedra”, tienen más de tres mil años de antigüedad.
Ello, acotó, porque se remontan a finales del periodo Formativo Medio (600 antes de esta era en común), en el que se cree que tuvo una creciente actividad humana, y hacia el Protoclásico (200 antes de esta era en común y 100 de esta era en común), su etapa de máximo esplendor.
El encargado del proyecto arqueológico Teteles de Ávila Castillo mencionó además que los objetos encontrados en dicha estructura piramidal, la cual tiene una extensión de 50 por 27 metros y se compone de seis cuerpos que alcanzan seis metros de altura, serán analizados en laboratorio en el último trimestre de 2024.
Destaca que los trabajos de consolidación del sitio arqueológico comenzaron en 2014 con el propósito de investigar, rescatar y preservar los vestigios del antiguo centro ceremonial de la región nororiental de Puebla, luego que el predio, de 12 hectáreas, fuera donado por la asociación civil Tzoncoyotl, donde se hallan 16 estructuras piramidales de diferentes dimensiones.
Sobre la relevancia de esta antigua urbe, Diez Barroso Repizo indicó que su traza urbanística permitió la observación solar para el registro del ciclo agrícola, como lo revela la alineación de la pirámide principal o Estructura 1 con la estrella Canopus, astro visible únicamente durante febrero, fecha en la que comenzaba el ciclo agrícola.
Lo anterior, según la tradición oral rescatada por el cronista de la localidad de Yaonahuac, Cirilo Salazar Morenos, porque “se relaciona con la veneración a la diosa Nantehuitz, nuestra madre del sur”, a quien los antiguos pobladores dejaban ofrendas de obsidiana.
Resalta además que el presidente municipal Mario Castro Jiménez y la presidenta de la asociación civil Tzoncoyotl Josefina Rosario Viveros, han ayudado en la continuación de esta temporada del proyecto.
Ésta, se desarrolla de febrero a agosto de 2024, y en ella también participan los arqueólogos Joshué Baal Soto Vargas, Gibran Alejandro Martínez González y Felipe Muñoz Díaz.
Las siguientes temporadas “nos centraremos en conocer los sistemas constructivos y arquitectónicos de los basamentos piramidales”, finalizó el investigador, al comentar que el sitio arqueológico permanecerá cerrado al público, hasta que las autoridades correspondientes determinen lo contrario.
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