Momentos de tensión se vivieron este jueves en San Miguel Xoxtla, donde habitantes frenaron por segunda vez en menos de cinco meses las obras para la introducción de tubería junto al pozo 4. Los inconformes temieron que avance el acuerdo firmado entre el ayuntamiento encabezado por Guadalupe Ortiz Pérez y la empresa Concesiones Integrales, lo cual permitiría trasladar agua a zonas residenciales de la ciudad de Puebla, dejando sin abasto a Xoxtla.
Desde temprano, los vecinos detectaron maquinaria excavando una zanja en la avenida 29 de Septiembre con la intención de colocar una tubería de ocho pulgadas, similar a la utilizada en intentos previos durante mayo. Al pedir explicaciones, los encargados de la obra evitaron identificarse y se negaron a informar el destino de los trabajos, acrecentando el malestar vecinal. La situación derivó en la llegada de más habitantes y representantes del Comité Ciudadano del agua quienes procedieron a detener las labores.
Ante el incremento de la tensión, el ayuntamiento envió policías municipales y minutos después también acudió la presidenta Guadalupe Ortiz Pérez. La edil aseguró que la tubería se dirige hacia el pozo 2, con el objetivo de beneficiar a los habitantes que carecen de suministro, y no hacia el pozo 4, desmintiendo que el fin sea movilizar agua a Puebla capital.
Sin embargo, los habitantes mantuvieron su rechazo y expresaron dudas sobre la autenticidad de los argumentos de la presidenta, quien inició los trabajos apenas un día después de rendir su informe de labores. La desconfianza surge por la percepción de que Ortiz Pérez prioriza los intereses de la concesionaria por encima de los derechos de la comunidad.
Hasta las 2 de la tarde la manifestación continuaba en el punto de conflicto, mientras policías municipales y estatales resguardaban la zona para evitar enfrentamientos. Los habitantes demandaron transparencia y garantías de que el líquido no será transferido al municipio de Puebla, sosteniendo que la medida atenta contra el derecho humano al acceso al agua en su comunidad.
Los pobladores aceptaron más tarde formar parte de una mesa de diálogo con la Secretaría de Gobernación estatal para que el ayuntamiento explique los alcances de las obras. Sin embargo, los inconformes siguen expectantes para impedir que se consume la extracción del pozo 4, mismo que fue clausurado por el comité de agua.
La presidenta municipal aceptó que la maquinaria se retire durante los próximos días en lo que se calman los ánimos y se determina si es viable continuar con el supuesto proyecto de abastecer a las demás colonias.


