La organización ambientalista internacional Greenpeace México se movilizó la mañana de este martes en Tehuacán para demandar al ayuntamiento el cumplimiento de la remediación del relleno sanitario ubicado en la junta auxiliar de Santa María Coapan. Habitantes de la comunidad nahua se unieron a la protesta, denunciando la inacción de las autoridades municipales ante las indicaciones emitidas por la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) en relación con este grave problema ambiental. El presidente Alejandro Barroso reconoció posteriormente que pidió un diálogo “obviamente sin grabaciones”.
La acción de protesta consistió en la instalación de bolsas negras de basura frente al Palacio Municipal, buscando visibilizar la magnitud de los residuos acumulados en el basurero de Coapan, los manifestantes desplegaron mantas con la leyenda “Ayuntamiento evasor, haz la remediación”, buscando interpelar directamente al presidente municipal, Alejandro Barroso, y concientizar a la ciudadanía sobre los impactos negativos del sitio.
Tras una espera de más de dos horas, el alcalde Alejandro Barroso se presentó para dialogar con los manifestantes, pero el encuentro no se concretó debido a la actitud que Ornela Garelli Ríos, campañista de Océanos, Plásticos y Consumo Responsable de Greenpeace México, calificó como “agresiva” por parte del edil.
Garelli Ríos detalló que Barroso maltrató a los representantes de Coapan, acusándolos de manipular un audio de su persona y condicionó el diálogo pidiendo que no utilizaran sus teléfonos celulares durante la reunión, además de pedir que en ese encuentro solo estuvieran los representantes de Greenpeace, dejando fuera a la gente de Coapan, lo que llevó a los manifestantes a retirarse.
La organización ambientalista destacó que hay una crisis ambiental y de derechos humanos en Tehuacán debido al basurero tóxico y la falta de remediación, haciendo notar que el sitio ha sido un foco de enfermedades y otros impactos negativos para las comunidades cercanas, debido a la acumulación de aproximadamente 3.7 millones de toneladas de basura, gran parte de la cual se considera tóxica.
Recordó que ese basurero operó durante años recibiendo no solamente residuos sólidos urbanos y de manejo especial, sino también residuos peligrosos de origen industrial y biológico-infecciosos, en contravención de la normativa ambiental. Esta situación ha generado graves problemas de salud en la población local y ha afectado parte del Área Natural Protegida de la Reserva de la Biosfera Tehuacán-Cuicatlán.
Tras el fallido intento de diálogo, el presidente municipal Alejandro Barroso ofreció una rueda de prensa en la que negó las acusaciones de trato agresivo hacia los manifestantes. El edil aseguró que su administración está trabajando en la remediación del relleno sanitario y que nunca ha sido omisa en temas de medio ambiente.
El alcalde reconoció, sin embargo, que pidió que el dialogo se llevara a cabo sin grabaciones ni teléfonos celulares y hasta aseveró que la agresión fue de parte de los activistas y no de su persona, reiterando que tiene un gobierno abierto a la ciudadanía.
Por su parte Greenpeace respondió en sus redes sociales expresando que “nos deslindamos públicamente de las declaraciones que dieron las autoridades del municipio, sobre el tema de que se nos dio una apertura al diálogo, pues insistimos en que nuestra entrada fue condicionada para poder tener una conversación con el presidente y la comunidad afectada, misma que sufrió señalamientos y actitudes agresivas y discriminatorias. Recordemos que los servidores públicos deben respetar los principios democráticos que rigen nuestro país y los derechos de las comunidades. No se pueden sostener diálogos partiendo de acusaciones y censura”.