A 11 años de la prohibición en México del uso de antibióticos como promotores del crecimiento animal, la empresa Granjas Carroll de México, usa de manera clandestina e ilegal los fármacos, poniendo en riesgo al agroecosistema de la Cuenca Libres–Oriental.
Así lo documenta Miriam Lastiri Rito en la tesis de doctorado “La irrupción del Neoliberalismo en la Cuenca Oriental, el caso de la empresa Granjas Carroll de México, desde la perspectiva del sistema alimentario capitalista” presentada este año en el Colegio de Postgraduados, Institución de Enseñanza e Investigación en Ciencias Agrícolas.
La investigación que consta en esta casa editorial, documenta que se encontró evidencia documental y testimonial de antibióticos utilizados como promotores de crecimiento de los cerdos y que hasta mayo de 2023, en Granjas Carroll, la clortetraciclina y tiamulina eran mezclados en los alimentos de los cerdos a dosis subterapéuticas durante la etapa de engorda de cerdos.
En su visita a Puebla, la académica calificó de “vital” que este hallazgo sea conocido, pues la empresa guarda con un hermetismo total la información de su sistema productivo a los habitantes de la región. “Los trabajadores tienen estrictamente prohibido proporcionar cualquier información de la empresa a personas ajenas a ella, tienen prohibido también tomar fotografías, videos o recolectar cualquier material de dentro de las granjas, bajo amenaza de perder sus empleos y ser sometidos a procedimientos judiciales”
A lo largo de la tesis, Lastiri describe detalle a detalle como Granjas Carroll ha contribuido a transformar el territorio de la Cuenca Libres–Oriental en “una región de emergencia sanitaria y ambiental” y “una zona de sacrificio” condenando a los habitantes a brutales procesos de despojo y abuso de todas clases, además de someterles a peligros generados por la ganadería intensiva que practica.
“Granjas Carroll de México posee uno de los procesos productivos más nocivos que pone en riesgo la salud del agroecosistema de la Cuenca de Libres–Oriental, es una empresa muy rentable a nivel internacional pero dichos beneficios no se quedan en lo local, lo que se queda en la región son los residuos tóxicos que genera. Esta realidad ha detonado en el territorio un conflicto ambiental, por el cual la población se ha movilizado, pero ha sido fuertemente reprimida por medio de diferentes mecanismos de violencia, incluida la criminalización de la protesta; su análisis queda pendiente para futuras investigaciones”, señala.
Además de sobreexplotar el agua, acaparar concesiones, la investigación documenta las diferentes formas de contaminación, entre éstas dedica especial atención al monitoreo de antibióticos usados por Granjas Carroll, pues el uso excesivo de antibióticos puede provocar el desarrollo de bacterias resistentes a estos medicamentos, lo que representa una amenaza para la salud pública, ya advertido por la Organización Mundial de la Salud
Durante su participación en el Foro de Análisis sobre la Problemática de la Cuenca Libres-Oriental, la académica explicó: “La resistencia antimicrobiana es un proceso natural de adaptación que presentan las bacterias, pero lo que se ha documentado a nivel internacional es que el abuso en el uso de los antibióticos por parte de la ganadería intensiva es que se modifica el hábitat de las bacterias acelerando la velocidad en la que estas mutaciones pueden presentarse.
“Con el abuso de antibióticos las bacterias mutan adquiriendo resistencia a estos medicamentos volviendo ineficaces a los fármacos para el tratamiento no solo de enfermedades en animales sino también en humanos. Quienes están en mayor riesgo son los trabajadores y la población que habita en las proximidades de las empresas que practican la ganadería intensiva
“Solo les presento un dato: se estima que en el año 2020 hubo 700 mil muertes humanas causadas por infecciones de bacterias resistentes”.
En su ponencia, reveló que durante la investigación y el trabajo de campo se recabaron testimonios de trabajadores que mostraban daños en su salud, presentaba una tos permanente y en los casos más graves pérdida de cabello, irritación de ojos, sangrados nasales continuos, además de problemas de la piel y uñas que cambian de tonalidad.
Antibióticos para engorda, prohibidos en México
Lastiri expone en su tesis que por el peligro del uso de antibióticos como promotores del crecimiento animal se ha ido prohibiendo progresivamente en todo el mundo, pues es una práctica productiva que pone en riesgo la salud colectiva territorial.
Describe que en México, el combate a la Resistencia Antimicrobiana (RAM) comienza en 2004, con la publicación de la NOM-064ZOO-2000, en 2012 aunque se prohibió explícitamente el uso ilegal de antibióticos como promotores del crecimiento se ha vuelto una práctica recurrente, los antibióticos son fundamentales en la estructura sociotécnica de la ganadería intensiva del Sistema Alimentario Capitalista. “Abandonar su uso implicaría cambiar su sistema productivo masificado y estandarizado, con cientos de miles de cabezas de ganado que, como monocultivos, crecen hacinadas, inmunológicamente deprimidas, amenazadas por microorganismos patógenos que ponen en riesgo inversiones millonarias”.
Lo que faltaba: contaminación farmacéutica
En la tesis presentada para obtener el grado de Doctora en Ciencias, Lastiri también documento ampliamente que la ganadería intensiva es una importante fuente de contaminación farmacéutica del suelo y del agua, con sus prácticas de irrigación y fertilización de campos con estiércol y/o efluentes que contienen residuos de antibióticos que los animales reciben con fines terapéuticos y como promotores del crecimiento.
Se explica que los fármacos pueden infiltrarse en el suelo hasta alcanzar suministros de agua potable provocando efectos sobre ecosistemas acuáticos y generar el ambiente propicio para el desarrollo de bacterias resistentes a antibióticos.
“Por lo anterior para documentar la amenaza al agroecosistema de la Cuenca Libres–Oriental, resulta necesario monitorear en el agua de bebida de la población, en el suelo dentro y fuera de las granjas, en la carne de los cerdos y en los alimentos cultivados cerca de las granjas la presencia de residuos de antibióticos utilizados por la empresa y la presencia de bacterias resistentes a los mismos”, recomienda.
La académica advierte que de manera ilegal la empresa estaría utilizando millones de metros cúbicos de agua más de los que actualmente Conagua le ha concesionado, que cuenta con una enorme capacidad para producir efluentes que no están siendo monitoreados correctamente y que utiliza antibióticos como promotores del crecimiento cuando la legislación en México lo prohibió desde el año 2012.
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