El ayuntamiento de Puebla heredará a la próxima administración el parque del cerro de Amalucan con una geomembrana dañada en el llamado ojo de agua, que inicialmente había sido concebido como una playa recreativa durante el periodo José Antonio Gali Fayad, pero que a decir de la autoridad municipal no debe tener esa utilidad.
En un recorrido por la zona se observó que además hay juegos infantiles estropeados y en desuso, así como hierba crecida.
En el lugar que se ubica al nororiente de la ciudad se observa el ojo de agua con líquido color verduzco, a consecuencia de las últimas lluvias.
Pese a lo turbio del agua, que no se asienta a gran profundidad, se observa una especie de base o piso fracturado.
El paso es restringido, únicamente para hacer ejercicio, ya que están clausurados los juegos infantiles y algunas bancas ante el incremento de los casos de Covid-19.
En el recorrido se constató que los juegos infantiles están dañados en sus alfombras y tienen desgaste en sus estructuras de plástico por el paso del tiempo.
Personal de seguridad está al pendiente de que se cumplan las restricciones y no se generen aglomeraciones.
En conferencia de medios, Alejandro Callejas Linares, director de Medio Ambiente de la Secretaría de Desarrollo Urbano del municipio, informó que la geomembrana del ojo de agua se dañó por recibir diferentes tipos de presión y una carga importante de agua.
Apuntó que se realizó un estudio para su compostura que dependerá aplicar a la próxima administración.
Explicó que el ojo de agua se encarga de captar los escurrimientos de agua para evitar inundaciones en las partes bajas del cerro, por lo que tiene una funcionalidad ecológica y no tanto de tipo recreativo.
Agregó que en el lugar se inició un proceso de restauración de ecosistemas para que continúe como un pulmón funcional, proyecto con el que se ha podido rescatar tlacuaches y cacomixtles, entre otras especies de animales.
Por su parte la titular de la dependencia, Graciela León Matamoros afirmó que el ojo de agua en el cerro no puede tener un fin recreativo o de playa debido al grado de degradación ecológica importante que tiene la zona.
Justificó la presencia de la hierba crecida como una forma de atraer especies endémicas que se habían alejado ante la cada vez más alta presencia humana.
“No se ha abandonado el cerro de Amalucan. No recibimos una playa. El parque no es para ocuparlo como un balneario. En el caso del ojo de agua se atiende diariamente. La capa que tiene de color verde es la parte natural que debe de ser”.
La edil Claudia Rivera Vivanco afirmó que en el cerro de Amalucan se plantaron especies de árboles que no eran de la zona, lo que provocó erosión del suelo, por lo que se optó por reforestación con especies arbóreas nativas.