Genoveva Huerta Villegas denunció ante el Comité Ejecutivo Nacional (CEN) del PAN un supuesto desvío de recursos públicos a favor de la campaña de su adversaria en la contienda por la presidencia estatal del partido, Augusta Díaz de Rivera Hernández.
En entrevista, dio a entender que el dinero provine del gobierno de Puebla capital que encabeza el alcalde albiazul Eduardo Rivera Pérez, y se destina al pago de salarios de diversos operadores políticos.
También culpó al munícipe, sin mencionarlo, de amenazar a los militantes con excluirlos de la fuerza laboral del ayuntamiento si se suman a su candidatura.
A su vez, el diputado local Oswaldo Jiménez López aseguró que las presiones y amenazas a militantes de la capital se recrudecieron el sábado pasado, con el fin de restar asistentes al mitin que encabezó Huerta este día en el salón Country, de la colonia San Manuel.
Los señalamientos contra la fórmula que encabeza Díaz de Rivera y de la que forma parte Marcos Castro Martínez, este último como aspirante a la Secretaría General del instituto político, se emitieron justo una semana antes de la elección interna del próximo domingo.
Califica de racista y clasista a la planilla de su adversaria
Ante los simpatizantes que congregó en el salón Country, Genoveva Huerta criticó a través de indirectas a la planilla de Díaz de Rivera y Marcos Castro, al asegurar que representan a un PAN racista y clasista que quedó en el pasado.
También se lanzó contra Eduardo Rivera, pues dijo que el proyecto que ella encabeza junto con el aspirante a la secretaría General, Clemente Gómez Medina, está enfocado a cumplir compromisos, en clara alusión al conflicto que encabezó con el edil por no cederle espacios en el ayuntamiento capitalino.
“No podemos regresar al PAN arcaico que negociaba con el poder, que se conformaba con las migajas del partido en el gobierno, que cerraba espacios a las juntas auxiliares, a ese PAN clasista y racista donde solo camina la familia sagrada”, manifestó.
Otro de los oradores en el acto de campaña fue Oswaldo Jiménez, quien aseguró que muchos simpatizantes de Huerta recibieron llamadas un día antes del cónclave para hacerlos desistir de presentarse al evento, mediante amenazas y presiones.
