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Aída Ramírez Torres, dirigente de la Asociación Mexicana de Empresarios Gasolineros (Amegas), sostuvo que los propietarios de las estaciones de servicio no son ladrones, toda vez que la norma marca un margen de hasta 100 mililitros menos por cada 20 litros de combustible despachado.
En entrevista vía telefónica criticó que la autoridad no haga públicos los nombres de las gasolineras que en ocasiones dan de más.
Defendió que las 70 estaciones de servicio que forman parte de Amegas no tienen intención alguna entregar a sus clientes menos de lo que pagan.
Explicó que incluso la tolerancia en México es menor a la que se tiene a nivel mundial, de 200 mililitros. También expuso que la tecnología llega a tener errores y no es intencional dar menos litros o más.
“A veces nos duele mucho que nos marquen a todos como ladrones porque no lo somos. Si lo hay, que llegue el castigo… Tenemos de antes y de ahora que ha llegado Profeco que nos encuentra dando más… y a veces nos obligan a calibrarlos (dispensadores) dos veces al año, a veces las tenemos que hacer ocho veces o más porque al llegar, calibrar, nos muestran que quedó bien, pero pues si a la semana están dando más… ya para que digan que falta un litro, eso sí ya es situación de los gasolineros que estamos metido en este servicio no lo hacemos”.
Apuntó que el personal de la Procuraduría Federal del Consumidor en ocasiones solo llega y les dice que los litros están incompletos, pero no les dicen cuánto menos.
De cualquier forma, indicó que las multas que les aplican por despachar más o por dar menos gasolina o diésel son cuantiosas.
La dirigente de Amegas informó, por otra parte, que al menos hasta noviembre pasado los gasolineros que representa no habían logrado cambiar sus dispensadores, debido a que los proveedores no se los entregaron.
El 8 de octubre de este año entró en vigor la modificación completa de la Norma Oficial Mexicana NOM-005-SCFI.2017, la cual obliga a que todas las estaciones de servicio de despacho de gasolina y diésel del país cuenten con dispensarios nuevos o actualizados, que cumplan con las características y especificaciones establecidas en la misma.
“El dispensario, esas características son aquí en México y el primer prototipo que pedía la secretaría de economía se autorizó el 19 de diciembre y otros dos se autorizaron en febrero y como estaba la pandemia no lo fabricaron los grupos que hacen y casi siempre son extranjeros”, explicó.
Ramírez Torres agregó que cuando los agremiados a Amegas pedían una prórroga al gobierno federal no solo era porque vislumbraban que no los tendrían a tiempo sino también porque debido a la epidemia de Covid-19, no disponían de recursos necesarios para adquirirlos o actualizarlos.