Si la vida te da limones, pues haz limonada, reza un viejo dicho popular. Hace ya dos décadas desde que Fox inició su campaña a favor de la changarrización del país y las universidades incluyeron en sus programas de estudio toda clase de materias relacionadas con el emprendimiento. Desde entonces es común ver hasta en los niveles educativos más básicos, las exposiciones de fin de año, en las que los estudiantes muestran sus “desarrollos innovadores” en medio de una parafernalia de mercadeo y productividad, que de impulso al pensamiento crítico y la investigación científica.
Desde entonces se ha forjado en las escuelas una aspiración a la que se ajusta la mente de los estudiantes, cuál si fuera molde de gelatina, porque cuando el estudiante es desmoldado llega al mercado laboral sumamente frágil en lo técnico, pero con un amplio bagaje mercantil.
Cuando este perfil de ciudadano se enfrenta a discursos de fácil digestión, tiende a ser víctima de todo tipo de engaños, pues ya está acostumbrado al lenguaje de mercader. Así tiende a dejar pasar el análisis técnico para la toma de decisiones, pero no sólo eso, muchas veces ignora hasta la lógica más elemental para evitar ser engañado. Sin embargo, va por la vida laboral siendo un FreeLancer -por no decir subempleado sin derechos laborales ni aspiraciones de largo plazo–, que admira al millonario de moda.
Son sumamente escasos los programas de estudio en los que el Estado aparece como campo de estudio para el desarrollo de las actividades productivas del estudiante cuando salga al marcado laboral. La creatividad, inventiva y genialidad de la juventud es moldeada para ser rehén del individualismo que beneficia a la iniciativa privada en detrimento de trabajadores, campesinos y amas de casa que pagan los estudios del estudiantado mexicano.
Hoy por la mañana, se anunció la creación de la empresa paraestatal “Gas Bienestar”, que participará en la distribución de gas para uso doméstico. El anuncio se dio en el contexto de un alza en los precios al consumidor de gas LP. Esta empresa entrará al mercado, según el dicho del presidente, en un tiempo estimado de tres meses y estará operando con márgenes de ganancia que permitan la autosustentabilidad económica y la reinversión. No se prevén subsidios en los precios de venta.
La creación de esta empresa, se debe también a la existencia de excedentes de gas natural a causa de una serie de contratos firmador en la administración de Peña Nieto, en los cuales se obliga al Estado Mexicano a comprar gas natural para el suministro de plantas termoeléctricas, algunas de las cuales no se encuentran en operación debido a una lluvia de amparos interpuestos en su contra, como el caso del gasoducto Morelos.
La creación de una empresa paraestatal, cuya operación beneficiará a la población que actualmente paga precios exorbitantes por el suministro de gas, es una muestra de que se puede ser buen negociador sin preciarse de ser mercader profesional.
Que se haga costumbre y aspiración negociar de esta manera.