Tehuacán. Alumnos de la primaria Pastor Rouaix, de esta ciudad, se enfrentan a un problema de salud por la proliferación de pepeyotes una especie de insecto que portan las garzas garrapateras, aves que recientemente regresaron a Tehuacán y pernoctan en los árboles de esa institución educativa, espacio verde que ocupan desde hace más de tres años, como parte de su rutina migratoria.
Las aves carroñeras llegan a Tehuacán entre otoño y verano y se quedan por un espacio de siete u ocho meses, tiempo durante el cual se alimentan en los tiraderos de basura tanto del municipio como de la región, incluyendo el relleno sanitario. Hasta el momento las autoridades municipales no han logrado ahuyentarlas para que pernocten en áreas de la periferia donde no generen problemas a la población, algo que los padres de familia de la escuela exigen que se haga debido a que están afectando a los estudiantes, que suman más de mil.
Indicaron que ya son varios los casos de alumnos a los que les detectaron pepeyotes en su cabello, por lo cual hay total inconformidad de los tutores, quienes piden que se haga algo para ahuyentar a las aves, puesto que ya el año pasado también generaron problemas de alergia entre alumnos y hasta docentes, lo que indica que se han convertido en un problema de salud para la comunidad escolar.
Durante varios meses las garzas se ausentaron de la ciudad, lo que permitió que el jardín exterior de la primaria comenzara a recuperar su follaje, pero en semanas recientes las aves nuevamente se hicieron presentes ocupando es espacio para pernoctar, lo que provoca que dejen una gran cantidad de excremento el cual se adhiere a las hojas de los árboles, el piso y las paredes y el techo del edificio escolar.
Pese a que los padres hacen grandes esfuerzos por lavar, es imposible retirar las excretas en su totalidad, de modo que el intenso olor que despiden se percibe en la institución y varios metros a la redonda, algo que para los tutores también es preocupante porque los estudiantes están expuestos a esos aromas durante todo el tiempo que permanecen en la escuela.
Tan solo en esa institución son más de mil alumnos los que asisten a clases, ya que es una de las de mayor demanda en el municipio y trabaja con doble turno, pero a pocos metros se encuentra la primaria Manuel Ávila Camacho, que de igual manera cuenta con un amplio número de alumnos y el olor de igual manera alcanza a esa institución donde el año pasado las garzas también pernoctaron en sus árboles, los cuales son muy frondosos y se encuentran dentro de la escuela.
Previo a la llegada de las garzas, el director de Ecología municipal, Pedro Ginés Flores, declaró que se habían emprendido acciones para evitar que se posaran en ese lugar, para lo cual dijo que se estaban colocando bocinas con sonidos ahuyentadores, pero todo indica que su estrategia no dio resultado.
Los padres y madres inconformes con esa situación advirtieron que, si no se actúa de inmediato para ahuyentar a las garzas de la escuela, tendrán que realizar alguna manifestación para ser escuchados, ya que no permitirán que sus hijos se sigan exponiendo a contraer alguna enfermedad.