Se dice que en unos 15 días el expriista Francisco Ramos Montaño asumirá la dirigencia estatal del Partido Encuentro Solidario (PES), que recientemente logró su registro como fuerza política nacional, luego de que lo había perdido en 2018, cuando era Encuentro Social.
Si se concreta la llegada de Ramos Montaño a la dirección estatal del nuevo PES –aunque en el fondo es la misma organización que encabeza a nivel nacional Hugo Érick Flores Cervantes–, significará que Fernando Manzanilla Prieto, actual legislador federal del PES, tomará de lleno el control de esta fuerza política.
Es decir, el PES se acabará convirtiendo en el partido de Fernando Manzanilla, como parte de un proyecto de formar una coalición plural de partidos y activistas que hagan un frente en contra la 4T en Puebla, para disputar la gubernatura en 2024.
La figura pública de Francisco Ramos surgió a principios del siglo en el PRI, pues era uno de los amigos más cercanos a Mario Marín García, hijo del entonces gobernador Mario Marín Torres, lo que le valió para dirigir el Instituto Estatal de la Juventud –durante la gestión del llamado “gober precioso”– y postularse como candidato a diputado federal.
Luego de ello, volvió a cobrar notoriedad por el breve casamiento que tuvo con la única hija de Rosario Robles Berlanga.
El tercer episodio que lo colocó en la atención de la opinión pública fue cuando desertó del PRI y en 2018, se sumó a la campaña electoral de Fernando Manzanilla Prieto, que en ese año compitió por una diputación federal bajo las siglas del PES, el partido de su amigo de correrías universitarias Hugo Erick Flores.
Posteriormente Ramos fue subsecretario cuando Manzanilla fue titular de la Secretaría General de Gobierno, en la gestión interina de Guillermo Pacheco Pulido, como titular del Poder Judicial.
Desde entonces, Ramos Montaño se convirtió en el artífice de buscar a políticos de todos los partidos, principalmente del PAN, para crear un bloque opositor al gobierno de Luis Miguel Barbosa, en torno a la figura de Manzanilla Prieto.
El manejo y origen del PES, siempre ha estado en la opacidad, pues sse le ligó a los intereses de Miguel Ángel Osorio Chong, que lo pretendía utilizar para captar a grupos evangélicos en el proceso electoral de 2018, en el que intentó de manera fallida ser candidato presidencial del PRI.
Osorio Chong al no conseguir la postulación priista, permitió que esta fuerza política se uniera a la coalición lopezobradorista, como una revancha contra José Antonio Meade Kuribreña, el abanderado tricolor y quien fue impulsado por Luis Videgaray Caso, quien como titular de las carteras de Hacienda y Relaciones Exteriores –en el sexenio peñista– siempre tuvo una fuerte pugna con el entonces secretario de Gobernación y hoy senador de la República.
Se ignora si Osorio Chong sigue teniendo influencia en el PES. Lo único que se sabe bien de este partido es su talente conservador, pues se opone al aborto y la diversidad sexual. Es de una ideología aberrante.
Le dan la espalda a Barranco y Momox
Actualmente se ostentan como dirigentes del PES en Puebla, Raúl Barranco Tenorio y José Momox Sánchez, como presidente y secretario general, respectivamente.
Ambos, han tenido una errática conducción de este partido, que en su breve existencia ha enfrentado pleitos por el manejo de prerrogativas y supuesta venta de candidaturas en 2018.
En el presente, se sabe que Barranco y Momox han estado recorriendo el estado para ofrecer candidaturas a alcaldes y diputados locales.
Se dice, que en breve recibirán la notificación oficial que ellos son dirigentes del Partido Encuentro Social, que ya dejó de existir.
Y que el nuevo Partido Encuentro Solidario, tendrá como dirigente a Paco Ramos, tal como muchos conocen al político ligado a Fernando Manzanilla.
De esa forma peculiar se hará el relevo.