Antorcha Campesina amagó a principios de semana con una movilización para este jueves de más de 2 mil 500 transportistas en contra de la verificación vehicular y en el boletín que la organización emitió sobre la marcha, a los pocos minutos de haber concluido, afirmó que participaron 5 mil personas. Sin embargo, agentes de Seguridad Vial Municipal de la capital calculan que no fueron más de 2 mil los asistentes, mientras que periodistas consideran que apenas habrían logrado la protesta de mil 200 individuos.
Se esperaba que en una movilización del gremio transportista los dueños de automotores supuestamente afectados por la obligación de someter sus unidades a la prueba de emisión de gases contaminantes, hicieran el recorrido desde el Paseo Bravo hasta Casa Aguayo con sus vehículos, lo cual no solo hubiera colapsado el tránsito de otros autos en el derrotero, sino en prácticamente todo el Centro Histórico.
Pero el contingente que ayer los líderes antorchistas sacaron a la calle fue conformado en su mayoría por adolescentes y jóvenes con pinta de estudiantes, que hicieron el recorrido a pie y apenas hubo cinco automotores en la manifestación, entre los que destacaron una grúa, que fue utilizada como tarima para un mitin, que en la sede del Poder Ejecutivo no duró ni una hora, y dos camionetas en las que se montaron bocinas y otros equipos de sonido.
Se trató, pues, de una protesta ordinaria de la organización y no una megamarcha como se había anunciado, así que no hubo afectaciones extraordinarias de tráfico y a lo sumo generó la inoperancia de las estaciones de la Línea 2 de la Red Urbana de Transporte Articulado (Ruta).
En la sede del Poder Legislativo, custodiada por granaderos de la Policía Estatal, en franca respuesta a la advertencia que la víspera le hizo a Antorcha Campesina el gobernador sustituto, Sergio Salomón Céspedes Peregrina, de que no desafíen a su administración, uno de los dirigentes aseveró: “Dicen que no retemos, pero no pueden con el pueblo”.
La columna se abstuvo de hacer una parada frente al Palacio Municipal, en donde despacha el edil capitalino de la capital, Eduardo Rivera Pérez, de cuya coalición electoral formaron parte los antorchitas.
En las inmediaciones de Casa Aguayo un grupo razonable de policías –no había ganaderos–, detrás de vallas metálicas, les impidieron el paso en la 14 Oriente, a la altura del templo de San Francisco. Ahí hubo un mitin en el que exigieron al gobierno estatal la cancelación del pase turístico, una verificación gratuita y un alto a las empresas contaminantes.
Ovidio Celis Córdova, líder de los transportistas de Antorcha en el estado, explicó que lo que están solicitando al Congreso y al gobernador de Puebla es que “atiendan esta demanda del pueblo trabajador”, pues aseguró que no están de acuerdo con que se “cobren más impuestos a los pobres”.
Una cantante de música ranchera aderezó las intervenciones de los discursos en un mitin que no duró ni una hora.
