El principal recurso que quiere utilizar Genoveva Huerta Villegas para lograr la reelección como presidente estatal del PAN poblano, es que su candidatura camine paralelamente a la de Marko Cortés Mendoza, quien busca repetir como dirigente nacional del albiazul, para generar la idea de que ambos representan el mismo proyecto político. Sin embargo, el segundo de ellos, en la visita que realizó este lunes a Puebla, demostró que ha tomado distancia de la líder albiazul.
Genoveva Huerta Villegas hizo hasta la imposible para que su grupo político acaparara la organización, la logística y la atención de Marko Cortés en la gira a Puebla de inicio de esta semana –para recabar firmas de apoyo a su reelección–, como una manera de generar una percepción de unión, de coincidencias, de trabajo paralelo, de afinidad entre ambos panistas.
Aunque la mayor parte del tiempo en que visitó a la militancia panista Cortés estuvo flanqueado por Eduardo Alcántara Montiel, el futuro coordinador parlamentario del PAN a nivel local y principal “escudero” de Genoveva Huerta Villegas, el dirigente nacional con licencia mostró habilidad para pintar una raya divisoria con la presidente estatal del partido.
Tres fueron los momentos que aprovechó Cortés para mandar un mensaje a la inversa: que él no le apuesta a tener únicamente el apoyo del grupo de Genoveva Huerta para lograr mantenerse al frente del partido de derecha.
El primero de esos tres momentos se dio cuando Marko Cortés se dirigió a los militantes del partido en Puebla e hizo alusión al reciente proceso electoral mediante un par de ideas, que fueron:
Celebrar el resultado en los comicios en donde se logró ganar la capital y las dos Cholulas, que son plazas de alto peso político y social; y por otro lado, destacar que “no fue fácil la construcción de acuerdos” para conseguir la postulación de los candidatos a presidentes municipales y diputados locales que obtuvieron la mayoría en las urnas el pasado 6 de junio.
En ambas ocasiones, nunca, ni por accidente, mencionó a Genoveva Huerta Villegas como un artífice para conseguir los triunfos o nominar a los aspirantes que ganaron en la contienda electoral.
Tal parece que Cortés Mendoza sabe a la perfección que haber ensalzado la figura de Huerta hubiera sido un error mayúsculo, por ser de dominio público que en la mayoría de las plazas en donde se triunfo los candidatos no eran del agrado de la presidente estatal del partido y, donde se perdió, los aspirantes los impuso el Comité Directivo Estatal del PAN.
Un segundo momento, es que aunque no está impedida estatutariamente para acudir en apoyo de un candidato a la dirigencia nacional, se buscó que nunca se viera a Genoveva Huerta en los actos en que estuvo presente Cortés Mendoza.
Y el tercer elemento y el más significativo, es que Marko Cortés tuvo encuentros directos, personales y sin la mediación de la gente de Genoveva Huerta con el edil electo de la capital, Eduardo Rivera Pérez, con el diputado federal Mario Riestra Piña y con el próximo alcalde de San Andrés Cholula, Edmundo Tlatehui Persino.
Los tres, Rivera, Riestra y Tlatehui, son los principales contrapesos dentro del PAN en contra de Genoveva Huerta.
Eduardo Rivera aglutina al panismo tradicional que se siente fuertemente agraviado por el morenovallismo y detesta a Genoveva Huerta, pues es el sector que más está luchando para sacarla de la dirigencia de dicho instituto político.
Mario Riestra Piña representa un ala destacada del morenovallismo, pero no es la misma corriente que de soporte a Genoveva Huerta, quien es heredera política del grupo de la extinta gobernadora Martha Erika Alonso, la cónyuge del también finado Rafael Moreno Valle Rosas.
Edmundo Tlatehui Persino para conseguir la candidatura tuvo que luchar más de un año contra el abierto y burdo bloqueo que Genoveva Huerta Villegas tenía contra él y la militancia panista de San Andrés Cholula con el propósito de que, el primero no fuera candidato a presidente municipal.
Sin duda, Marko Cortés sabe que su candidatura se va a nutrir si tiene el apoyo plural de la mayor parte de las corrientes del PAN.
Y también tiene claro que, si se la juega principalmente con Genoveva Huerta, pierde el apoyo de Puebla, que hoy en día uno de los principales bastiones del albiazul en todo el país.
Por eso este lunes fue un mal día para Genoveva Huerta.