Tres fogones de piedra caliza ubicados en una plataforma dan cuenta de una ofrenda de cierre ritual realizada en Teteles de Santo Nombre, sitio arqueológico considerado un asentamiento clave para entender la interacción que mantuvieron en la época prehispánica las áreas del Centro, Golfo y de Oaxaca.
Mediante un breve video divulgativo, el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) da cuenta del denominado Conjunto Fogones, un espacio que presenta el característico patrón arquitectónico de Teteles Santo Nombre, es decir, los conjuntos de tres templos y una plataforma de acceso con un patio al centro.
Este conjunto arquitectónico de uso habitacional, según se explica en la producción, está asociado directamente a la élite gobernante, además de que se considera que su ocupación ocurrió entre el 450 antes de esta era en común y el 450 después de esta era en común.
Ubicado en la parte oriente en el sitio arqueológico de Teteles de Santo Nombre, el Conjunto Fogones fue denominado así porque durante el proceso de excavación de la plataforma de acceso se registró la presencia de tres fogones construidos de piedra caliza, tratándose probablemente de una ofrenda de cierre ritual.
Destaca que Teteles de Santo Nombre, localizado en el municipio de Tlacotepec de Benito Juárez a 90 kilómetros de la capital y a 40 kilómetros de Tehuacán, entre las poblaciones de Xochitlán Todos Santos y Santa María Alta, en el estado de Puebla.
Fue un asentamiento prehispánico que inició su actividad constructiva hacia 400 antes de esta era en común y se le continuaron haciendo modificaciones y ampliaciones hasta el año 650 años después de esta era en común aproximadamente, cubriendo así el Preclásico final y terminal, con continuidad hacia el Clásico temprano y medio.
Por tanto, el sitio floreció de manera contemporánea a otras importantes urbes como Cholula, también en Puebla, y Teotihuacan, en el Estado de México.
Ubicado en la parte norte de la Reserva de la Biosfera Tehuacán-Cuicatlán, Teteles de Santo Nombre muestra características arquitectónicas similares a Teotihuacán, además de compartir rasgos culturales con el área de Tehuacán y la Mixteca.
Gracias a las investigaciones arqueológicas se han podido determinar tres diferentes ocupaciones del sitio, lo que ha dado indicio de que podría tratarse de antecesores de la cultura popoloca. Asimismo, se han hallado más de 30 estructuras de gran tamaño, con alturas que van desde los siete hasta los 22 metros, mientras que una de ellas se destaca por su extensión de casi 100 metros.
Gracias a las investigaciones se sabe que en Teteles, palabra nahua que significa “montículo de piedras”, los espacios liberados mediante la excavación indican que los edificios se clausuraron intencionalmente.
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Hasta ahora todo parece indicar que estos conjuntos arquitectónicos, que abundan en un área de más de 60 hectáreas, son edificaciones de plazas, plataformas, templos y algunos cuartos, que tuvieron actividad doméstica y ritual limitada a los miembros de una élite gobernante que se hizo cargo de las edificaciones.
La mayoría de la población estuvo asentada en casas de materiales perecederos, principalmente bajareque, alrededor del centro cívico ceremonial y monumental que seguramente fue el asiento del poder político regional durante esa época.
Resalta además que la zona cuenta con un museo de sitio que ofrece una panorámica general del desarrollo de las poblaciones antiguas que ocuparon el área de Tehuacán. Está conformado por ocho salas que hacen énfasis en la época de esplendor del sitio, aunque la ciudad tuvo una ocupación de mil años.
La primera sala es introductoria al tema. En la segunda se abordan las rutas comerciales y las relaciones de Teteles con otras regiones. La tercera toca la arquitectura, haciendo énfasis en su carácter monumental. La cuarta explica la vida cotidiana y en ella destaca la reconstrucción hipotética de una casa de bahareque. El espacio está conectado con el exterior, donde se descubrieron tres áreas habitacionales durante exploraciones efectuadas entre octubre y noviembre pasados, mismas que se integraron al área del museo.
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La quinta sala proyecta un video sobre la historia y características del sitio prehispánico; la sexta aborda la religión y el proceso de clausura de la ciudad; la séptima describe los trabajos arqueológicos desarrollados en el sitio. La última sala está dedicadas al patrimonio e identidad: presenta la historia regional, los antecedentes históricos de Teteles y ofrecen una reflexión invitando al cuidado de la herencia cultural de los pueblos prehispánicos.
