Investiga la Fiscalía General del Estado (FGE) el único caso de sumisión química de una víctima masculina que sufrió una violación sexual. La carpeta de investigación iniciada por FGE en 2020 contrasta con las ya innumerables denuncias en redes sociales; la reciente publicada por @Ivonne_aguilar a bordo de la Línea 3 de Ruta, rociada “con algo” para luego desmayarse. Refiere “no acordarse absolutamente de nada”
En el folio 210421523000025, la FGE reveló que la única carpeta de investigación que toma la figura de “sumisión química” fue interpuesta en noviembre del año 2020 pero admitió ignorar el tipo de sumisión y la sustancia usada. “No fue posible obtener la información, debido a que la víctima acudió tiempo después a presentar su denuncia, por lo que no fue posible obtener dicha información”, apunta en su respuesta a la solicitud de información pública.
Este medio ha documentado las numerosas denuncias públicas desde 2021. En 2022 destacaron los registros de mujeres víctimas de sumisión química al ser inyectadas en la calle con sustancias desconocidas, los casos que llegaron a la Dirección de Apoyo y Seguridad Universitaria (DASU) de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP) — en el folio de información pública 210447922000378—- consta que al menos tres estudiantes refirieron sufrir el incidente en el transporte público y al transitar el camellón frente a las instalaciones de Ciudad Universitaria.
En el reciente caso publicado el 1 de febrero se hizo en la red de Instagram, la usuaria @Ivonne_aguilar sostuvo en su relato: “Ayer 1 de febrero a las 7 de la noche iba en el vagón del metrobús Línea 3 e intentaron drogarme”.
Ivonne relató en breves párrafos que el suceso ocurrido en la Red Urbana de Trasporte Articulado (RUTA), viajaba oyendo música y “en su rollo” y a la altura de la estación de Plaza Dorada alguien estornudó, el rocío — escribió— llegó a su rostro. “Alguien estornudó, yo sentí algo en mi cara como si me hubieran estornudado directamente, me voltee pero el vagón estaba lleno y ni a quién reclamarle… empecé a sentir un olor horrible e insoportable”.
Describió que dos estaciones después, sintió adormilamiento, mareos y temblores. “Sentía que mi cuerpo se estaba durmiendo”. Relató que avisó a su hermano, pero la llamada fue fallida pues no logró emitir palabra “Yo trataba de hablar y no podía. Le colgué. Ya sólo me enfocaba en agarrarme bien…sólo luchaba por no desvanecerme”.
Precisó que en la estación en la China Poblana, reconoció a una vecina a quien pidió auxilio “Ví a una vecina, intenté caminar hacia ella, no podía, todo me daba vueltas… bajé como pude y la alcancé … ella me reconoció”.
Ivonne describió entonces que al contarle lo sucedido, la vecina y su acompañante la auxiliaron, pero en el camino iba desvaneciéndose. “Al llegar a mi casa sólo recuerdo haber visto a mi hermana y de allí no recuerdo absolutamente nada”.
Al finalizar la narración la joven apunta que por familiares supo que se desmayó, que la temperatura le bajó al extremo y que temblaba. La crisis severa fue atendida por paramédicos. “Sólo falta hacerme estudios para saber con qué me echaron exactamente. Comparto mi experiencia porque no sé qué hubiera sido de mí si no hubiera encontrado ayuda. Gracias a Dios sólo es el sabor amargo que pasé y que no le deseo a nadie”.
Línea 3 RUTA en el mapa de agresiones
El relato publicado en Instagram coincide con las denuncias recogidas por éste medio en el que testimonios ubican empujones, pellizcos, manotazos antes de sentir síntomas que van desde dificultad respiratoria, taquicardia o bradicardia, hipotensión, convulsiones, aumento o disminución abrupta de la temperatura corporal, náuseas o vómito, visión borrosa, dificultad de movimientos, confusión, dolor de cabeza, mareo, parálisis hasta pérdida del habla, sentido, memoria y la noción de tiempo y espacio.
De acuerdo al seguimiento, los hechos han sido denunciados son en las inmediaciones de la CAPU, el centro comercial de Angelópolis y en mayor medida el transporte público y en las líneas 1 y 2 de la Red Urbana de Transporte Articulado (RUTA), ahora se suma la Línea 3.
En 2022 Congreso aprueba cárcel y tipificación del delito de sumisión química
En diciembre del 2022, el Congreso local aprobó por unanimidad castigar hasta con 40 años de cárcel a quien drogue a personas de todas las edades para cometer abuso sexual. La iniciativa: “La adición del 278 al Código Penal del Estado Libre y Soberano de Puebla” fue votada por unanimidad para considerar la tipificación del delito de sumisión química, cuando el sujeto activo se aproveche de la incapacidad del agente pasivo mediante la administración forzada u oculta de fármacos, drogas o cualquier sustancia natural y/o química que tengan como objeto la modificación de su comportamiento y la alteración o supresión de su voluntad.
“La sumisión química se define como la agresión sexual, robo, extorsión y/o maltrato, sufridos bajo la influencia de sustancias psicotrópicas. La sustancia puede administrarse de forma subrepticia o aprovechar sus efectos para cometer el delito, por cuanto la víctima ve disminuida su capacidad para identificar una situación de peligro o resistirse a la agresión”.
Según reportes, las drogas más comunes usadas para este fin son la GHB, que provoca sedación inmediata y pérdida de memoria. Burundanga (escopolamina) y Benzodiazepinas que resulta también en pérdida de memoria, alucinaciones, automatismo, sequedad en la boca. Aunque también se ha documentado el uso de etanol, ketamina y estramonio.