Familiares de Ángel Ajanel Vargas, dirigente de la organización Familia Unidad para el Desarrollo Social (Fundes), y su hijo, Ángel Ajanel Aguas, quienes fueron detenidos en diciembre del año pasado acusados de haber invadido un rancho en Francisco Z. Mena, denunciaron faltas al debido proceso de ambos luchadores sociales.
En una entrevista con La Jornada de Oriente, Teresa Aguas, esposa y madre de los detenidos, amén de Abel Ajanel, hijo y hermano de ambos, relataron las anomalías sucedieron desde la detención de Ángel Ajanel Aguas, ejecutada el pasado 18 de diciembre por media docena de agentes de la Policía Ministerial en el estacionamiento de Plaza San Diego, ubicada en Cholula.
Los declarantes afirman que los policías no mostraron en ningún momento la orden de aprehensión para asegurar a Ajanel Aguas y que, ante la resistencia del joven, le propinaron una golpiza, de la cual su progenitora, Teresa Aguas, también resultó lesionada por un oficial que le propinó un codazo en el rostro.
Siguiendo el relato de los parientes, la detención de Ángel Ajanel Aguas ocurrió a las 14:30 horas, pero su primera comunicación con los suyos la hizo vía telefónica hasta las 9:15 de la noche, aproximadamente, lo que supone que estuvo incomunicado durante casi siete horas.
La detención de Ángel Ajanel Vargas -padre de Ángel Ajanel Aguas- pareció ser una celada, Desde que se enteró de la aprehensión de su hijo estableció contacto con Saúl Israel Carreto Martínez, funcionario de la Dirección General de Delegaciones de la Secretaría de Gobernación del Poder Ejecutivo estatal, con quien el líder de Fundes ya había compartido una mesa de diálogo el 26 de junio de 2023, debido a las agresiones que indígenas tepehuas, totonakús y otomíes de la región de Pantepec y Francisco Z. Mena hicieron contra el entonces subsecretario de Desarrollo Político de la Secretaría de Gobernación estatal, Ardelio Vargas Fosado.
A decir de los denunciantes, Carreto Martínez se comprometió con Ajanel Vargas a “resolver el problema de su” vástago, pero no fue así. Ángel Ajanel Aguas fue llevado al Centro Penitenciario de Huauchinango, hasta donde sus hermanos y progenitor se trasladaron para llevarle alimentos y comida. Al filo de las 23:00 horas, afuera de la cárcel, el dirigente de Fundes fue aprehendido y llevado a la Casa de Justicia de Huauchinango.
Abel Ajanel Aguas, afirma que cuando estaba con su padre en la Casa de Justicia de Huauchinango, los policías que lo reconocieron le dijeron que todos sabían que esa zona de la Sierra Norte de Puebla la controla una sola persona -en supuesta alusión a Ardelio Vargas Fosado- y que aunque lo que le estaban haciendo era injusto, nada podían hacer.
En la audiencia del 20 de diciembre, al juez de la causa, quien celebró la diligencia vía internet, le tomó sólo tres horas para vincular a proceso, dentro del juicio 97/2023, a Ángel Ajanel Vargas y su vástago por despojo agravado y los delitos que resulten, entre ellos robo de ganado y maquinaria en la Exhacienda de Metlaltoyuca, también conocida como “Goyo y Chuchita”. Una celeridad poco vista en el sistema judicial mexicano.
Cuando los familiares de los presos tuvieron el expediente en su mano, descubrieron otras irregularidades: fotografías de personas ajenas que han sido tomadas por los acusados o imágenes que registran hechos distintos a los desarrollados en la exhacienda. Por tal motivo, tramitaron una queja ante la Tercera Visitaduría de la Comisión Estatal de Derechos Humanos de Puebla, la cual está radicada en el expediente 8244/2023.