Desde tiempo atrás el abasto de gas natural y LP, así como la falta de precios competitivos de este energético, han estado presentes en México, generando que nuestro país no esté atrayendo a más empresas, como parte de la relocalización de las mismas que se ha dado a partir de la pandemia de Covid-19, indicó Rubén Furlong Martínez, presidente de la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex).
En entrevista con La Jornada de Oriente, comentó no tener conocimiento de que Petróleos Mexicanos (Pemex)haya disminuido en este momento en 60 por ciento el abasto a empresas gaseras, pero manifestó que es una realidad que las fallas en el surtimiento han sido una constante en los últimos años.
“El tema importante acá, independientemente de la coyuntura que se está dando, es que es una de las grandes barreras que tenemos para el tema del nearshoring, uno de los principales requerimientos que solicitan las empresas cuando voltean hacia otros países a dónde ir, es el acceso a energía, puede ser energía eléctrica, puede ser gas, puede ser energía de fuentes renovables… y esta falta de energía a precios competitivos es algo que está complicando que se acerquen las empresas a ver a México”.
En opinión del representante del sector patronal ya se necesita de una reforma en materia energética e involucrar más a la iniciativa privada para encontrar una solución conjunta para resolver los problemas de abasto no solo de gas sino también de gasolinas y energía eléctrica.
Rubén Furlong añadió que desde hace varios años se ha venido “pateando la lata” y no se han encontrado soluciones a mediano y largo plazo, que además sean ambientalmente sostenibles.
Por parte de la Cámara Nacional de la Industria de la Transformación (Canacintra) no hubo una postura respecto al gas LP, pues se indicó a esta casa editorial que no dan seguimiento a la disponibilidad del mismo en el país.
El miércoles pasado, el secretario general de la FTP-CTM, Leobardo Soto Martínez, informó a La Jornada de Oriente que en la presente semana Pemex bajó alrededor del 60 por ciento el suministro de gas licuado de petróleo a empresas que lo venden a los hogares y también a las industrias que todavía lo ocupan.
Consideró preocupante la situación no solo porque disminuye la disponibilidad sino porque hay una afectación económica a los repartidores, toda vez que al haber menos producto, descienden sus ventas y, en consecuencia, son pocas las comisiones que obtienen.
El líder sindical añadió que con complicaciones lograron sortear la situación la semana anterior, pero en la actual temen que el impacto al bolsillo de los trabajadores sea grande.