Empresarios y pequeños comerciantes de la región de Tecamachalco han denunciado una serie de extorsiones telefónicas realizadas por un grupo delictivo que exige sumas que van desde los 10 mil hasta los 500 mil pesos, bajo amenazas directas contra sus familias, y han solicitado una estrategia de seguridad integral ante el aumento de este tipo de delitos que atentan contra su integridad.
Como hemos registrados en diversas ocasiones, las formas de extorsión se han incrementado a la par del uso y crecimiento de herramientas tecnológicas.
Una de las características de este delito, como acto de coacción, es que las amenazas suelen ser de carácter psicológico y emocional, explotando la vulnerabilidad de las víctimas a partir de generar miedo y ansiedad sobre el posible daño que pudiera ocurrir si no se cumple con las demandas, que generalmente implican depositar sumas de dinero. Las extorsiones digitales se multiplican y cobran forma a través de las llamadas telefónicas, los correos electrónicos, redes sociales, páginas electrónicas falsas, entre otras.
En una gran parte de estos delitos no hay un contacto físico con los extorsionadores, aunque han proliferado otros, como los llamados cobros de piso, de organizaciones delictivas que controlan territorios donde exigen dinero a personas o negocios de forma recurrente a cambio de una supuesta protección o para evitar represalias, aunque también puede realizarse a través de llamadas telefónicas, mensajes de texto, correos electrónicos o amenazas directas.
Otro tipo de delito denunciado es la extorsión que sufren personas para que no se difundan imágenes privadas, que pueden afectar la reputación de las víctimas; por ello se ha hecho la recomendación de cuidar el tipo de imágenes que se suben y comparten en las redes, que además son fácilmente manipulables. Un caso muy grave fue denunciado en abril pasado ocurrido en Puebla, donde una joven que fue a una cita de trabajo como edecán fue víctima de una violación tumultuaria que fue grabada y luego sus agresores la empezaron a extorsionar con difundir en redes las imágenes si no pagaba una determinada cantidad de dinero.
Si bien algunos delitos de los comunes han disminuido, según las estadísticas oficiales, en materia de extorsiones están al alza, frente a la falta de estrategias y acciones para combatirlas.