Miércoles, noviembre 12, 2025

La exposición “No se va a caer, lo vamos a desmontar” llama a mujeres a luchar contra la violencia

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La exposición virtual No se va a caer, lo vamos a desmontar. Rastreando las violencias contra las mujeres, manda un mensaje a este sector: el que sepan que son parte activa de la lucha, ya sea con su integración activa a grupos o en su contexto propio, pues se trata de no dejar esa responsabilidad a las demás sino sumarse al desmontaje de violencia, al propio modo, al propio tiempo y desde la propia geografía.

Organizada por el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) a través del Observatorio de Museos Raquel Padilla Ramos, la exposición hace una retrospectiva sobre las violencias sistemáticas que han existido y se han sostenido a lo largo de la historia, así como las luchas de las mujeres para combatirlas.

Al presentar la muestra que está disponible en https://bit.ly/DesmontarViolencias , la investigadora Carolina Carreño señaló que la exposición es un ejercicio reflexivo y una invitación a la acción.

Recordó que el proyecto surgió a partir de la convocatoria Museos naranjas 2020, que llama a los museos a programas actividades relacionadas con la visibilización y erradicación de la violencia contra las mujeres a partir de su colecciones. Así, con la acción Una pieza a la vez, para que a partir de una pieza cada museo realizara una ficha informativa sobre el tipo de violencia que representa la obra o da a pie para nombrarla, varios museos del INAH participaron y fue el Museo Regional de Querétaro el que propuso una exposición para articular el resultado. Este 2021, el proyecto se unió a la convocatoria 2021 a la par de que se buscaron otras piezas para que representaran otras violencias.

Por su parte, la también investigadora y participante del proyecto Montserrat Navarro mencionó que la exposición es resultado de esfuerzo, compromiso y colaboración de mujeres y museos del observatorio. Dijo que en su recorrido propone un “juego” y una intervención en cada ficha; como ejemplo, el Muro de la memoria que fue pintado por feministas y cuya técnica es pintura sobre metal, fue nombrado como “rabia sobre muerte”.

Dijo que en un primer núcleo denominado ¿Cómo llegamos a esto? se abre una reflexión sobre los sistemas que han dado sustento a los diferentes tipos de violencias y cómo cada uno se puede sumar al desmontaje de ellas. Luego, en La violencia y los sistemas que lo justifican y lo encubren, aparecen imágenes como Las edades del hombre del siglo XVIII que pertenece al Museo Nacional del Virreinato, así como un cuadro de castas, una “categoría inventada para denigrar y discriminar a grupos de personas”, todo ello en el marco de un sistema patriarcal, capitalista y colonialista.

La exhibición virtual prosigue con La violencia que no ves, que refiere a las relaciones desiguales y estereotípicas entre géneros, con la pieza La Caridad del Museo Regional de Querétaro, que tiene que ver con las herencias de modos de pensar y de actuar.

“Los títulos que acompañan a estas fotografías tienen que ver con consignas de la lucha de las mujeres”.

Navarro dijo que se refiere además a la violencia física que no sólo es un golpe fuerte, sino que comienza con empujón o un pellizco, a la par de la sección Con ropa o sin ropa mi cuerpo no se toca, que hace alusión a la violencia sexual para reflexionar sobre la idea de que la culpa no es de la víctima y nada justifica las acciones contra las mujeres: ni la ropa, ni el alcohol ni la hora del día. Se prosigue con la violencia económica que tiene que ver con la falta de remuneración y reconocimiento al trabajo del hogar que realizan las mujeres; y No me da la gana ser una mujer sumisa y abnegada que aborda la violencia psicológica con escenas de cocina de óleos del Museo Nacional del Virreinato.

“Hemos tratado de relatar las violencias más que darles un significado de diccionario, lo que hace que se explore más de cerca la exposición”.

Se atañe también al feminicidio con datos como “en agosto de 2021, en México 107 hombres mataron a igual número de mujeres”, y con representaciones como el exvoto de una mujer que defiende a su hija de un hombre violento, con el título No fue un crimen pasional fue un macho patriarcal.

Después, refirió Navarro, aparece la “violencia que sostiene a todas las violencias”: la violencia simbólica que está en los libros de ciencia, de arte y de historia, en donde los protagonistas son los hombres, mientras la abnegación de la mujeres va más allá, cuando ellas se ofrecen a los demás, por lo que se llama a no romantizar este estereotipo.

Para continuar, la también colaboradora del proyecto expositivo Magali Hernández dijo que en el núcleo No se va a caer, lo vamos a desmontar se incluyen imágenes con mujeres que luchan, que dejan ver que las cosas de hoy –como el divorcio- son resultado de las luchas de otras mujeres.

Aparecen Juan Inés de la Cruz, una pintura de Antonio Tenorio de 1878 que refiere al derecho a la educación, y la forma que ella logró librar y sortear adversidades para educarse; también están las primeras feministas que han luchado por derechos, como la publicación Cihuat, una de las voces impresas del feminismo más representativas de los años 70 del siglo anterior, sobre protestas a favor del aborto.

“Es mucho lo que hemos heredado pero aún hay mucho por lo cual luchar. Estas consignas que se han usado para la exposición dejan ver que la lucha es consciente, dolorosa y agotadora, que requiere cuidado mutuo y autocuidado, que desde cualquier rol o posición en el mundo la aportación de cada una es valiosa pues todas somos necesarias para el cambio”, concluyó Hernández.

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