Tehuacán. Hay bares y antros en Tehuacán donde se vende droga, lo cual afecta la imagen del resto de los establecimientos que laboran legalmente con sus permisos para la venta de bebidas alcohólicas al copeo, señaló el presidente de la Unión de Vinos y Licores de Tehuacán (UVLT), Alberto Olmos Calderón.
Destacó que ese ese tipo de actos ilícitos se dan sobre todo en los negocios que se encuentran a partir del segundo cuadro de la ciudad, lo cual consideró que se hace con el pleno conocimiento de los propietarios de esos establecimientos.
Alberto Olmos lamentó que por ganarse uno cuantos pesos, los dueños se arriesguen de ese modo, ya que se trata de actos ilegales que pueden llevar hasta la clausura del negocio y la cárcel para los responsables de la venta o distribución de los estupefacientes.
Una ganancia que obtengan por permitir que, entre gente a vender la droga en su negocio, no les va a ser suficiente para salir de la cárcel si llegan a ser detenidos y procesados, advirtió el representante de la UVLT.
Para Olmos Calderón es imposible que los dueños de esos lugares desconozcan que en su negocio alguien se dedica a la venta de droga, argumento que en algunos casos se utiliza para así ponerse a salvo de cualquier tipo de sanción contra sus establecimientos.
Lamentó que, al existir ese tipo de comportamientos, se afecte la imagen de todo el gremio, ya que la mayoría de los que trabajan dentro de la legalidad son cuidadosos de no incurrir en ese tipo de prácticas.
En días pasados el Ayuntamiento realizó la clausura de dos bares, debido a que se permitió la entrada de menores de edad; así como la sanción a otros cinco por rebasar el horario establecido.
Ante esas medidas, expuso que la organización a su cargo está totalmente de acuerdo y respalda los operativos que llevan a cabo las autoridades municipales junto con la Guardia Nacional, ya que son acciones que la propia unión solicitó que se realicen para mejorar la seguridad del municipio.
Hizo un exhorto a sus compañeros para que se eviten problemas cumpliendo con todo lo que la ley exige para esos establecimientos, así como ser cuidadosos en cuanto a permitir la entrada de su clientela cuando hay sospecha de que se trata de menores de edad, pues la ley en esa materia es rigurosa.