Los campus en Huehuetla y Tlacotepec de Benito Juárez de la Universidad Intercultural de Huehuetla permanecen tomadas desde la mañana de este lunes por estudiantes, quienes denuncian presuntos actos de acoso a alumnas, hostigamiento académico y diversas irregularidades administrativas.
Hasta el cierre de la presente edición la Secretaría de Educación Pública no había fijado una postura sobre las protestas.
Primero se supo del paro estudiantil en Huehuetla, donde los educandos colocaron cintas amarillas de las que suelen usar las autoridades policiacas y de protección civil para restringir el paso, y las colocaron sobre las entradas al campus y en las inmediaciones del mismo.
Los jóvenes bloquearon los accesos principales, impidiendo la entrada de personal docente, directivo y administrativo como parte de sus acciones.
La principal demanda es el cese que supuestamente docentes y alumnos perpetran sobre las estudiantes. A través de redes sociales se dio a conocer además el supuesto fallecimiento de una alumna dentro de las instalaciones del campus, en circunstancias “sospechosas” y con el presunto encubrimiento de las autoridades de la institución, versión que no fue precisada con mayores datos como el nombre de la difunta, ni la fecha en que los hechos habrían ocurrido.
Más tarde, los estudiantes de la Universidad Intercultural, pero en el plantel de Tlacotepec de Benito Juárez, también iniciaron protestas, denunciando que carecen de los elementos mínimos, ya no para estudiar, sino siquiera para tener una estancia digna en el campus, pues ni siquiera tienen papel higiénico y hasta tienen que hacer rifas de animales como puercos y gallinas para conseguir dinero que les ayude a comprar ese tipo de insumos.
A través de un comunicado, los jóvenes manifestaron que su movilización tiene como propósito garantizar el respeto a sus derechos y construir un futuro académico más justo y digno.
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Entre las principales denuncias figuran casos de presunto acoso por parte de algunos docentes, malos manejos administrativos y decisiones arbitrarias que, aseguran, han deteriorado el ambiente universitario, afectando su derecho a una educación intercultural de calidad.
Los alumnos advirtieron que mantendrán la toma de las instalaciones hasta obtener respuestas claras, compromisos públicos y acciones concretas que atiendan las irregularidades denunciadas.
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