Viernes, febrero 7, 2025

Estudiantes de la Preparatoria Cabrera dialogan con El Chale Martínez sobre el 68

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El auditorio de la Preparatoria Enrique Cabrera Barroso de la UAP fue ayer escenario de un hecho poco visto en los tiempos que corren: decenas de adolescentes entre los 16 y los 17 años acudieron a escuchar a un par de veteranos que a su edad o poco más dieron hace medio siglo una batalla por el país que hoy es honrada con el nombre de Movimiento Estudiantil de 1968.

Se trataba de Jorge Martínez Almaraz El Chale, protagonista de la charla, y Aurelio Fernández Fuentes, uno de los organizadores de los actos.

El Chale dio lectura, aderezada con improvisaciones y ocurrencias, del texto autobiográfico escrito en segunda persona del plural que inició hace una década para dar cuenta de lo que fue el movimiento estudiantil y que ha ido enriqueciendo a lo largo de estos años, según el mismo contó.

Así, Jorge Martínez Almaraz logró la difícil tarea de ganar la atención de las muchachas y muchachos durante casi dos horas, de mantenerlos en silencio, un silencio que solo se rompía cuando se aventaba alguna broma o chascarrillo.

Se trató de un diálogo entre generaciones, porque aunque Martínez y Fernández asumieron que bien podrían tener la edad de los abuelos de sus interlocutores, dieron muestra de la juventud de sus espíritus y las y los estudiantes también exhibieron su madurez en las preguntas que les hicieron o la aseveración que hizo una joven: “¡Hemos aprendido del Movimiento del 68 y de Ayotzinapa que es mejor morir de pie que vivir de rodillas!”.

Fue también una tarde de asombros y aprendizajes, como cuando El Chale les explicó que en su tiempo había teléfonos públicos de disco instalados en las aceras, a los que se introducía una moneda de 20 centavos, aquellas monedas que de un lado tenían la pirámide de Teotihuacán un gorro frigio y unos rayos del sol; y del otro el águila del escudo nacional (por eso en los volados se dice águila o sol),  la cual se hacía caer apretando un botón especial cuando se contestaba al otro lado de la línea: “de ahí viene la expresión ‘ya me cayó el veinte”, manifestó de manera natural, pero la revelación fue de tal calado que el auditorio exclamó un profundo espontáneo y unísono “¡oooooh!”

A lo largo de la charla, Jorge Martínez Almaraz El Chale exhortó en varias ocasiones a los jóvenes a asumir el papel de ciudadanos, el mismo que daba vida al Movimiento del 68, ser ciudadanos que no es otra cosa que ser dueños del país.

Ante la pregunta que hizo un muchacho sobre las aportaciones del Movimiento a la vida actual de Puebla, Fernández resaltó el derecho, por ejemplo, que los universitarios de la UAP tienen para elegir a sus autoridades por la vía del voto. Independientemente de lo perfecto o imperfecto que este método resulte, destacó que ni siquiera la comunidad de la UNAM lo tiene.

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