Me impactó escucharla preguntar: ¿Qué harías si “esto” es todo lo que tenemos? Ella es filósofa: Ayn Rand, y esto es la vida.
En una entrevista que data de 1979, donde Tom Snyder, conductor del programa de televisión norteamericano The Tomorrow Show, le pregunta a Ayn Rand en referencia al “objetivismo”, que es la línea principal de su filosofía. Ella responde que es lo que más funciona: la mente y la razón, y no las emociones, ya que aquéllas corresponden con la realidad. La llama “filosofía verdadera”, que es lo único que nos guía en la vida en contraposición con las religiones. Tom comenta que, aunque no es dogmático, no le gusta pensar que cuando la vida termine, eso será todo y que no haya otro propósito, que le gusta pensar que hay algo más allá.
Ella le propone suponer que está convencido de que no hay algo más, es decir, lo contrario, entonces, ¿cuál sería la diferencia?, pregunta. Él explica que toda, ya que al terminar todo aquí, el cuerpo muere, el espíritu desaparece y sería una derrota. Ella formula verlo de otra manera: ¿si sabes que esta vida es lo único que tienes, no la aprovecharías al máximo? Y Ayn añade en referencia a cuando su vida se acabe: “He tenido mi tiempo, no puedo reclamar”.
Independientemente de la discusión y de la muy interesante propuesta filosófica, me pregunté: ¿y si esto es todo lo que hay, qué haría diferente?
No tengo religión. Comparto con Ayn Rand la idea de que las religiones te obligan a dogmas de fe. Y observo que creer que hay un propósito más allá, también es un dogma de fe, es una creencia, pero que si sólo aplico mi razón a la vida, me falta algo (mucho).
Siempre he estado consciente de que esto es todo lo que tengo. Es más, creo que por saberlo es que me suceden angustias existenciales y, precisamente por ello es que coqueteo con que haya algo más. Pero el esto no tiene que reducirse a la razón. Ese es mi punto.
Para mí la vida es un milagro. Me gusta pensar que al final mis actos son los que cuentan. Pero si digo que me iré, me pregunto: ¿a dónde? ¿Comparto la visión de que hay algo más? ¿Me consuela que haya un propósito más allá?
Nada me ha demostrado más a mí misma quién soy, que lo que hago y le digo a mi hijo en sus momentos difíciles. Cuando era pequeño, le entró la angustia existencial y le dije que lo ayudaría a buscar lo que a él le consolaba, porque no a todos nos consuela lo mismo y lo que era bueno para mí, quizá no era lo que mejor para él. Le recomendé: “Cree lo que más te consuele, porque es lo único que te ayudará al final”.
Decía Einstein que en los momentos de crisis sólo la imaginación es más importante que el conocimiento, entonces: Si esto es todo lo que tengo… imagino…