Más allá de que la exposición El arte en el espejo zapatista sea una abstracción de la realidad que deje al espectador en un plano superficial sobre lo bonito que puede ser la potencia creativa del zapatismo, que lo es, hay que pensar en los temas que los zapatistas han puesto en la agenda, que han defendido y construido gracias a su autonomía, pero que siguen siendo pendientes. En ello, reflexionó Francisco de Parres Gómez, al presentar esta muestra abierta en el Museo Regional de Puebla (Murep) que toma como punto de partida su libro Poéticas de la resistencia: arte zapatista, estética y decolonialidad, además del volumen La montaña zapatista de ultramar. Constelaciones históricas, usos críticos de memoria y cultura durante la pandemia, de Fernando Matamoros.
Montada en el recinto perteneciente al Centro del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) en Puebla, en la exposición se muestran 15 obras entre fotografías, tres esculturas de piedra que simbolizan elementos de la vida, de la regeneración y de la naturaleza, así como la reproducción de un caracol que es la representación física de los puntos de encuentro de las comunidades zapatistas y los pueblos del mundo, y una instalación con espejos con la que se propone como una autorreflexión sobre qué posición tiene cada uno dentro de este contexto.
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Durante la apertura, Francisco de Parres señaló que la exposición propone ser un punto de inflexión sobre el zapatismo, que es una parte contemporánea de la historia de México así como de los movimientos que se ha generado a partir de su insurrección. Sobre todo, dijo, porque el zapatismo no es algo que haya pasado: “tuvo su gesta el 17 de noviembre de 1983 cuando se fundó el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN), siendo este 2023 cuando cumple precisamente 40 años; además de los 30 años del levantamiento armado del 1 enero de 1994 y los 20 años de la fundación de los caracoles, en algo que debía ser una fiesta, como decía el pensador Bolívar Echevarría, porque ´el fuego en la fiesta y el arte son elementos disruptivos en la sociedad´”.
El antropólogo acotó que si bien es válido recuperar la parte estética y creativa que tienen las comunidades, hay que tener en cuenta que los pueblos no están de fiesta porque sus territorios siguen siendo acosados por grupos del crimen organizado, paramilitares y militares que los siguen despojando.
En ese sentido, completó que al movimiento zapatista no hay que verlo únicamente hacia el pasado sino hacia el futuro, como en 2021, cuando sus miembros hicieron un viaje por 30 países de la “Europa insumisa”, algo que se aborda el libro de Fernando Castellanos, para ver problemáticas que no son exclusivas de México sino una realidad: el despojo, la militarización, las enfermedades, la migración o la escasez de agua.
De paso, Francisco de Parres reflexionó que esos problemas también llaman a “construir autonomía en los espacios locales” y puso como ejemplo a Puebla y el conflicto suscitado en la Altepelmecalli, la Casa de los Pueblos –en Juan C. Bonilla-, cuando pobladores defendían su territorio de la empresa Bonafont que despojaba al pueblo del agua, y fueron desalojados por la Guardia Nacional.
“Son problemas que siguen vigentes, que se deben atender, pues los problemas globales del capitalismo los tenemos en la puerta de la casa”,
sostuvo.
Como coincidió Manuel Melgarejo, director del Murep, la exposición El arte en el espejo zapatista es una apuesta por visibilizar los procesos de resistencia que no necesariamente tienen los reflectores mediáticos. Mencionó que la exposición se divide en cuatro núcleos: Arte-Insurgencia, Arte-Diversidad, Arte-Vida y Arte-Resistencia, para ver cómo se ha logrado mantener la convivencia de los pueblos con el mundo.
Destaca que dicha muestra es organizada por el propio Murep en conjunto con el Instituto de Ciencias Sociales y Humanidades “Alfonso Vélez Pliego” de la UAP; por tanto, es un ejercicio de colaboración museográfica entre Fernando Matamoros y Francisco de Parres, quienes trabajaron al lado de Rodrigo Witker, especialista en museos del Instituto Vélez Pliego y miembros del Murep.
La exposición El arte en el espejo zapatista será itinerante y por ahora se exhibe en el patio central del Murep hasta el 15 de octubre de 2023.