Atlixco. El pasado 25 de diciembre cinco jóvenes escaparon de la Casa Hogar conocida como el Ipoderac y cuya sede está en el norte de la ciudad. De acuerdo con la información de este instituto de readaptación, los involucrados estuvieron primero en la Central de Abasto de la capital poblana. Después viajaron a Oaxaca y aparentemente regresaron a Atlixco, pero no al lugar donde vivían.
El pasado 12 de enero, y tras la denuncia correspondiente, la Comisión de Búsqueda de Personas del estado de Puebla emitió un comunicado al respecto para buscarlos. Los nombres difundidos por esa dependencia son: Marcelino Cabrera López y Héctor Fernando Pérez López de 14 años de edad. Carlos Andrés Cabrera López de 15 años de edad, Miguel Ángel Paredes Ríos de 16 años de edad y Daniel Martínez García de 17 años de edad. Aunque no está confirmado, varias de ellos probablemente son familiares.
El viernes pasado representantes del ayuntamiento y de la propia Comisión pegaron fotografías con las fichas de los adolescentes en distintas zonas de esta mancha urbana. “Luego de la desaparición de cinco jóvenes pertenecientes a una institución de asistencia humanitaria, el gobierno municipal quedó sumado a las acciones estratégicas y colabora con la Comisión de Búsqueda con el fin de agilizar su pronta localización”, citó Andrea Merlo, titular de la Patrulla Naranja.
El Ipoderac lanzó recientemente una versión sobre esa huida: “Al ser una institución de puertas abiertas, no podemos forzar a ningún menor a estar aquí contra su voluntad. Es decir, mantenerse con nosotros es una oportunidad la cual pueden tomar por decisión propia”.
El 25 de diciembre, explicaron en un texto, “egresaron” los adolescentes producto de esas fechas de gran simbolismo y convivencia familiar. “Entonces uno de los menores convenció a los otros para ir a buscar a su papá, a la Central de Abasto de la capital poblana, bajo el argumento de recibirlos a todos. Y así decidieron salir del Ipoderac”, refirieron.
En consecuencia, detallaron, “tomamos acciones y acudimos directamente a la Central. Y confirmamos sí estuvieron ahí. Pero salieron rumbo a Oaxaca. Por esto decidimos interponer la denuncia por desaparición de personas ante la instancia correspondiente”.
Varios días después, admiten en el documento del Ipoderac, los chicos dejaron Oaxaca y la Central de Abasto para volver a Atlixco. “Todo porque aparentemente el padre involucrado no pudo hacerse responsable de la alimentación de todos. Varios de sus excompañeros lograron ya mirarlos aquí. Desafortunadamente aún nosotros no. Esperamos pronto saber el paradero del grupo y resolver la situación”, reconocieron.
Desde hace 50 años el Ipoderac “acumula experiencia atendiendo de forma integral a niños y jóvenes en situación de abandono, violencia y calle provenientes de todo México y Centroamérica”.