Los hechos de violencia en días pasados revelan una escalada que refiere al conflicto existente entre grupos delictivos que operan en Puebla. Solo el fin de semana anterior aparecieron por lo menos seis cadáveres que fueron calcinados dentro de vehículos en inmediaciones de la junta auxiliar de Santa María Xonacatepec, mientras que el domingo fue abandonado otro cuerpo desmembrado en un vehículo atrás del mercado Hidalgo. Según la explicación de la Fiscalía, esos hechos tuvieron como móvil el robo de transportes de carga y el cual se concentraba, entre otros municipios, en Huixcolotla, que pertenece a la región denominada “triángulo rojo”, integrada por los municipios de Quecholac, Palmar de Bravo, Huixcolotla, Tecamachalco, Los Reyes de Juárez, Tepeaca y Amozoc
Aunque en 2024 el municipio de Amozoc es el que concentra el mayor aumento en el robo a transportistas, denuncias por narcomenudeo y desapariciones en comparación con 2023, de los que integran esa zona de Puebla, con base en datos del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SNSP).
Si bien la confrontación puede ser entre grupos delictivos que se disputan las plazas de operación, la realidad es que las autoridades atestiguan los hechos sin que los ilícitos puedan frenarse o desterrarse, ya que estos han ido en aumento, al igual de la percepción de inseguridad de la población. Transitar por carreteras de Puebla se ha vuelto una actividad de alto riesgo no solo para el transporte de carga, sino para cualquier vehículo que por ellas circule, donde muchas personas y familias han sido asaltadas y secuestradas para robarles no solo las pertenencias y el vehículo, sino vaciar sus cuentas bancarias o extorsionar a las familias para su liberación. Diversos casos ocurridos en la autopista México–Puebla–Veracruz han sido documentados en las páginas y el portal de este medio, sin que hasta la fecha existan acciones de los diversos órdenes de gobierno que permitan brindar la seguridad que la ciudadanía reclama.