La ultima medición que se hizo sobre trabajo infantil en Tehuacán arrojó que hay alrededor de 980 menores de edad trabajando en diferentes actividades, informó Santiago Pologo, coordinador del proyecto de prevención de trabajo infantil de la organización World Vision, quien destacó que se trata de una estadística elevada.
Indicó que ellos hicieron un diagnóstico al respecto, pero fue más cualitativo que cuantitativo, por lo que en materia de números se basan en las estadísticas del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), que coloca a Puebla en el segundo estado con más trabajo infantil.
Resaltó que en Tehuacán el número puede ser más elevado, debido a que solo se tiene un conteo de los menores trabajadores que son visibles, tal es el caso de los que venden productos en las calles o cruceros, pero hay otros más que no se ven, como son quienes laboran en empresas como las maquiladoras textiles.
En ese sentido, dijo, es complicado saber la cifra exacta, pero según declaraciones que emitió en su reciente visita a Tehuacán la coordinadora de Sipinna, Martha Zárate Tinoco, es en talleres textiles donde se tiene el mayor número de menores trabajadores.
Santiago Pologo expuso que los menores que laboran en la calle además se exponen a diversos peligros, por lo que es necesario intervenir para saber bajo qué condiciones se encuentran.
Lamentablemente, observó, cuando esos menores comienzan a trabajar dejan de lado los estudios, truncando su preparación escolar. Por lo regular es al término de la primaria cuando muchos son ya considerados aptos para sumarse a las actividades productivas.
Refirió que están haciendo equipo con Sipinna y el DIF para intervenir en apoyo de los menores que se encuentran en esa situación, ya que los niños y niñas no deberían estar trabajando, sino estudiando.
Aclaró que es necesario saber diferenciar entre trabajo infantil y actividades formativas, pues hay ciertas responsabilidades que se pueden asignar a ese sector, siempre y cuando sean con el objetivo de ir desarrollando habilidades para el futuro, pero reconoció que entre ambas existe una delgada línea.
Finalmente, enfatizó en el hecho de que son los padres o cuidadores los primeros responsables de vigilar que se respeten los derechos de los infantes, pero aclaró que eso no quita responsabilidad a los gobiernos y organizaciones, que deben coadyuvar en la materia.
