En los tres meses que Fernando Rosales Solís estuvo al frente de la Secretaría de Seguridad Ciudadana de la ciudad de Puebla (SSC) no contuvo la delincuencia, ya que hay delitos como el homicidio que subieron hasta 123 por ciento y el secuestro en 300 por ciento, con relación al mismo periodo del año anterior según consta en cifras de la Fiscalía General del Estado (FGE).
Asimismo, el hoy exfuncionario municipal no pudo erradicar los malos tratos a los agentes por parte de los mandos altos, quienes además de ser déspotas también les reducían su sueldo.
En la revisión a los datos se observó que los homicidios en general tuvieron un repunte de 123 por ciento en ese periodo, al pasar de 56 en octubre de 2023 a 125 en enero de 2024, tiempo en el que Rosales Solís estuvo al frente de la dependencia.
Otro delito que creció fue el secuestro, ya que de octubre del año pasado a enero de este año se registraron tres casos, mientras que en el mismo periodo del año anterior no hubo ninguna incidencia.
En tanto, la violencia familiar creció 67 por ciento en ese periodo; la violación, 31.42 por ciento; el robo a transporte público aumentó 28 por ciento; el abuso sexual, 14.15 por ciento, y el robo de vehículos, 6.83 por ciento.
No obstante, se observó también reducción en la incidencia de algunos delitos, como robo de autopartes en 1.09 por ciento; robo a transeúnte en vía pública, 3.7 por ciento; lesiones, 16 por ciento, y robo a negocio, 24 por ciento, entre otros.
Adicionalmente, durante el periodo de Fernando Rosales Solís se denunciaron maltratos a los agentes de la policía municipal por parte de los mandos altos de la corporación.
Entre estos abusos destaca que se les reducían hasta mil pesos de su sueldo para entregárselos a sus superiores.
Asimismo, los policías denunciaron que las órdenes que recibían los ponían en riesgo por una supuesta falta de inteligencia.
El domingo pasado más de 2 mil 500 policías municipales en activo de la ciudad de Puebla realizaron un paro de labores que duró más de 12 horas luego de que dos de sus compañeros fueron ejecutados en una balacera registrada en la colonia Del Valle, al norte del municipio, por un presunto grupo armado, protesta que terminó con la renuncia de Gustavo Alonso Zapata, subsecretario de Operatividad, y exhibió la corrupción de altos mandos.
Tras el diálogo entre el alcalde, José Chedraui Budib y los inconformes se lograron acuerdos como el incremento paulatino del salario, mejoramiento de equipo y un horario de 24 por 48 horas; sin embargo, quedó en suspenso la destitución del titular de la dependencia Fernando Rosales Solís, por no defender sus necesidades.
El paro inició después de las 22 horas del sábado cuando decenas de agentes se concentraron en el zócalo de la ciudad y en las oficinas del Complejo de Seguridad, ubicadas en la colonia Rancho Colorado, donde denunciaron que cada quincena les quintan hasta mil pesos de su sueldo para dárselo a los altos mandos, así como actos de corrupción por parte de sus superiores, al tiempo de exigir un incremento de salario.