En su cuarto día de protesta sobre la autopista México-Puebla, ejidatarios de la comunidad de Ignacio López Rayón del municipio de Santa Rita Tlahuapan advirtieron que no se retirarán de la vialidad hasta que no se reanuden las mesas de diálogo con el gobierno federal para lograr el pago de sus tierras ocupadas para la construcción de esa vía.
Los inconformes mantienen abierto un carril en ambos sentidos de la arteria en cuestión pues su campamento abarca los carriles de baja y media velocidad, esquema que mantendrán hasta que logren sus indemnizaciones.
A lo largo de este viernes se observó el paso fluido de los vehículos pese a la reducción de los carriles, así como una disminución en el aforo de los mismos, según constató La Jornada de Oriente.
Hay que recordar que fue la mañana del pasado martes cuando integrantes del núcleo ejidal Ignacio López Rayón bloquearon de forma total el paso sobre la autopista, lo que provocó el colapso sobre la misma pues cientos de conductores, particularmente, transportistas quedaron varados en la arteria, sin poder llegar a sus destinos.
El bloqueo total en la vialidad se mantuvo el miércoles, lo que desquició a los usuarios que se quedaron atrapados en la zona, entre quienes se encontraban personas que tenían citas médicas, en el aeropuerto, de negocios, además de los conductores de tráileres que transportaban mercancía, en muchos casos, perecedera.
Alrededor de las 11 horas del jueves, los ejidatarios y sus representantes legales Patricia Rodríguez Flores y Jorge Portilla Alba decidieron abrir el paso en la autopista en intervalos de dos horas para cerrarla nuevamente por el mismo lapso.
La decisión se tomó después de un diálogo con David Gamboa Estévez, dirigente de los transportistas agremiados en la Asociación Nacional de Transportistas (ANTAC) y sin mediación de alguna autoridad. Asimismo, ocurrió en el marco de citatorios que los representantes legales de los inconformes recibieron por parte de la Fiscalía General del Estado (FGE) para presentarse en calidad de indiciados por el delito de daño en propiedad ajena.
La noche del mismo jueves, los labriegos y sus representantes llevaron a cabo una mesa de diálogo con la Secretaría de Gobernación de Puebla en la que se acordó abrir un carril en ambos sentidos de la autopista, medida que se mantendrá de forma indefinida, hasta que se reanude el diálogo con el gobierno federal.
Los representantes dijeron a La Jornada de Oriente que el esquema actual se mantendrá hasta que la federación reanude las negociaciones con ellos y llegar a un acuerdo sobre el costo en el que sus terrenos serían pagados pues recordaron que recurrieron a un juicio para lograr sus pagos, mismo que ganaron.
¿Cuál es el origen del conflicto?
Fue en 1959 cuando 41 hectáreas del ejido Ignacio López Rayón, de Santa Rita Tlahuapan, fueron expropiadas para construir la autopista México-Puebla, sin que las autoridades pagaran a los ejidatarios afectados sus tierras.
Los inconformes recurrieron a un proceso legal y hace casi dos años, los tribunales agrarios fallaron en su favor y obligaron a la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) a cumplir con las indemnizaciones.
A partir de esa fecha, se establecieron mesas de negociación, pero los campesinos no aceptan las cantidades que les han ofrecido debido a que son menores a las que la ley establece.
Por otra parte, indicaron que tampoco se ha realizado un avalúo para conocer el precio justo de los terrenos en cuestión.
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