En la incertidumbre se encuentran 1 mil 300 trabajadores eventuales del Instituto Nacional de Salud para el Bienestar (Insabi) en el estado de Puebla que se sumaron al amago del paro nacional si el organismo incumple con el pago de tres quincenas de salario para este 15 de febrero.
Médicos y enfermeras que laboran a través de contratos en zonas de alta y muy alta marginación en la entidad expusieron una serie de carencias con las que laboran, que ponen en entredicho el “fortalecido” sistema de salud en el estado.
En entrevista, con La Jornada de Oriente, Miguel Ángel Uriarte Serrano, el dirigente nacional del Movimiento de Trabajadores de los Servicios de Salud en Puebla (Motrasesa), afirmó que la firma de colaboración con el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS-Bienestar), que propone el presidente Andrés Manuel López Obrador, sería una “buena alternativa” para salir de la difícil situación laboral y mejorar el servicio a la población.
Dijo que la falta de pago al salario no es la única problemática que enfrentan el personal del Insabi en la entidad, debido a que también tienen escasez de medicamentos, equipo, insumos y personal.
En ese sentido, urgió al gobernador Sergio Salomón Céspedes Peregrina que acepte la federalización de los servicios de salud, pues señaló que “el sistema de salud del estado no está fortalecida como las autoridades pregonan en los medios de comunicación”.
“Cuando menos, con el IMSS-Bienestar se garantiza la estabilidad laboral del personal y se avanza en las deficiencias que se presentan en el sistema de salud en el estado”, declaró.
Este viernes, trabajadores del Insabi en Puebla se sumaron a la protesta nacional, a través de redes sociales, para exigir el pago de tres salarios de quincena que ya fueron devengados y que, según el gobierno federal, no se ha cubierto porque la Secretaría de Hacienda y Crédito Público no ha liberado el pago de nómina.
La anestesióloga poblana, Paulina León Bárcenas, difundió en su cuenta de Twitter una copia de la carta pública dirigida al presidente Andrés Manuel López Obrador, al director del Instituto, Antonio Ferrer Aguilar, y al coordinador de Recursos Humanos y Regularización del Personal, Candelario Pérez Alvarado.
En el documento se expuso que los trabajadores afectados son principalmente médicos y enfermeras del programa Recuperación de los Servicios de Salud de las Entidades Federativas (RSSEF), antes EO23, que contrató de manera emergente para atender la emergencia sanitaria.
“En estos momentos nos encontramos angustiados, varias familias se encuentran sin el sustento principal de sus hogares; muchos de nosotros hemos recurrido ya a préstamos para poder seguir acudiendo a nuestros centros de trabajo, ante la carencia de pago alguno por mes y medio”, se lee en la misiva.
Arguyeron que la Ley Federal del Trabajo en su Artículo 88 menciona que “los plazos para el pago de un salario nunca podrán ser mayores de una semana”.
Mentira que el sistema estatal de salud esté fortalecido
“Los trabajadores del Insabi no tenemos seguridad social, ni estabilidad laboral, damos nuestro servicio en los lugares más alejados, de alta y muy alta marginación, a donde nadie quiere ir”, relató Miguel Ángel Uriarte Serrano, del Motrasesa.
Dijo que por la emergencia sanitaria el personal estaba concentrado en las cabeceras locales e incluso en la zona centro del estado; sin embargo, expuso que, cuando se controlaron las muertes por el virus, los médicos y enfermeras retornaron a sus comunidades en la Sierra Norte, Nororiental y en la Mixteca.
Uriarte Serrano comentó que en estas localidades el Insabi trabaja con la infraestructura del Sistema de Salud del estado de Puebla, el cual afirmó carece de medicamentos del cuadro básico, así como de inmobiliario, equipo y personal.
Argumentó que más de 31 millones de piezas de medicamentos solicitados para Puebla, el Instituto no entregó alrededor de 10 millones, lo que ubica a la entidad en el quinto lugar con mayor rezago del país.
Incluso, el secretario de Salud en la entidad, José Antonio Martínez García, reconoció en su comparecencia, como parte de la glosa del informe, que el Insabi solamente ha surtido el 31 por ciento de lo prometido, y que la entidad todavía recibe medicinas que tuvieron que llegar en 2021.
Por lo tanto, el funcionario declaró que el abasto de cuadro básico de salud está entre el 72 y el 82 por ciento, de acuerdo con la región de Puebla, mientras que para enfermedades graves es del 83 por ciento.
Ante este panorama, el representante de Motrasesa dijo: “El sistema de salud no está fortalecido, es mentira, por eso el personal de contrato pide al gobernador Salomón Céspedes que se federalice la salud en Puebla y pasemos a formar parte del IMSS-Bienestar”.
Como ejemplo, citó que en el municipio de Huejotzingo solo funciona uno de los cinco turnos de atención médica a la población y, en esa misma situación, se encuentran las localidades de Izúcar de Matamoros y Huachinango.
Precisó que el Insabi en Huachinango carece de los servicios de anestesiología, pediatría y gineco-obstetricia.
Además, defendió que con el IMSS-Bienestar no sólo habría contratación laboral definitiva, sino también los salarios se incrementarían hasta en un 300 por ciento.
Comparó que mientras un médico gana 5 mil 600 quincenales en la Secretaría de Salud, en el IMSS-Bienestar el sueldo es de 14 mil pesos.
Aumenta presupuesto, pero no mejora el servicio
Desde que se creó el Insabi, en 2020 por decreto presidencial, en el estado de Puebla se contrataron eventualmente a 1 mil 650 trabajadores, de los cuales sólo 1 mil 300 continúan laborando, por medio de contratos que firman cada seis meses, en los meses de diciembre y julio.
Los más de 300 empleados del organismo que se les rescindió el contrato fue por dos razones: incumplieron con su labor o incurrieron en algunas faltas, como acoso u hostigamiento laboral.
Al respecto, Miguel Ángel Uriarte informó que esta situación ha generado polémicas al interior de la Secretaría de Salud, pues dijo que contradictoriamente el presupuesto federal aumentó en Puebla para el sector salud, al pasar de 8 mil millones a 13 mil millones de pesos para este 2023, con el fin de mejorar el servicio.
Al final, señaló que la directora de Operación de Personal de la Secretaría de Salud del estado, Hilda Vázquez, es la persona que está a cargo de la firma de los contratos con el Insabi, quien acusó “ha condicionado los contratos” al personal, además de incurrir en maltrato e incumplir con la comisión escalafonaria al interior de la dependencia.
Concluyó que aumentó al doble el presupuesto para la salud, pero no ha mejorado el servicio ni las condiciones laborales para el personal.