En el Día Mundial del Agua, seis colectivos y organizaciones no gubernamentales –que en la última década han luchado por visibilizar y frenar la contaminación industrial de la Cuenca del Alto Atoyac– exigieron al gobierno de Puebla un plan de rescate y saneamiento de los ríos Zahuapan-Atoyac y Alseseca, con la auténtica participación de ciudadanos y las comunidades.
A propósito de la visita de la presienta Claudia Sheinbaum Pardo,para encabezar una jornada de saneamiento del río Atoyac, firmaron que en Puebla fracasó el modelo mercantilista de la privatización del agua, saneamiento, drenaje y alcantarillado; mientras que en la “era de la transformación” exigieron nunca más un gobierno sin la inclusión activa del pueblo.
A propósito de la visita de la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo, para poner en marcha el plan de saneamiento del río Atoyac, afirmaron que en Puebla fracasó el modelo mercantilista de la privatización del agua, saneamiento, drenaje y alcantarillado; mientras que en la “era de la transformación” exigieron nunca más un gobierno sin la inclusión activa del pueblo.
En un comunicado, sostuvieron que la grave contaminación en la Cuenca del Alto Atoyac es resultado del poder económico y gobernantes omisos, que han provocado un “infierno ambiental” en los ríos que atraviesan los estados de Puebla y Tlaxcala.
En la postura coinciden la Colectiva por el Bienestar Social, la Organización Nacional de Ordenamiento y Defensa del Territorio (Onodet), la Defensa Colectiva del Agua en Puebla, la Asamblea Social del Agua (ASA), la Contraloría Nacional Autónoma del Agua y la Contraloría Autónoma del Agua en el Estado de Puebla.
Destacaron que en el informe estratégico publicado por el Consejo Nacional de Humanidades, Ciencias y Tecnologías (Conahcyt) se reporta que los más afectados son dos grupos etarios: las y los niños entre 5 y 9 años quienes tienen más probabilidades de morir de leucemia, así como las y los jóvenes entre 15 y 25 años que registran una mayor probabilidad de padecer enfermedad renal crónica.
Esto debido a que la Subcuenca del Alto Atoyac viven más de 4 millones de personas y es la segunda más contaminada del país, después del Lerma-Santiago.
No más eventos populares que no pasan de recoger la basura
Durante la última década, expusieron que se ha hablado de encontrar soluciones a la problemática de la contaminación, pero hasta ahora “todo se ha quedado en diagnósticos, discursos mediáticos y eventos populares que no pasan de recoger la basura más visible en algunos parajes de la ribera de los ríos”.
En ese contexto, afirmaron que no ha sido presentado un plan integral de saneamiento del Atoyac ante las y los especialistas, tampoco se ha convocado a organizaciones expertas en la materia, ni mucho menos se ha consultado a la población.
Informaron que el río Zahuapan-Atoyac tiene un caudal de aguas contaminadas de 5 mil litros por segundo en época de estiaje, y los contaminantes más tóxicos provienen de las empresas instaladas a la orilla del afluente, principalmente las asociadas a la industria automotriz, metalúrgica, petroquímica y textil, que descargan sus aguas residuales sin el debido tratamiento.
En esas circunstancias, acusaron que la empresa Concesiones Integrales SA de CV o Agua de Puebla es responsable de la descarga de 3 mil litros por segundo de aguas residuales directamente al Atoyac, lo que representa el 75 por ciento total del caudal referido (Zahuapan-Atoyac).
“Cotidianamente, la empresa Agua de Puebla descarga más agua sin tratar que las otras empresas que también lo hacen. Esta liberación indiscriminada de aguas residuales es un flagrante incumplimiento con lo establecido en el contrato de concesión, lo que debería implicar sanciones, reparación del daño y la revocación del contrato”, sostuvieron.
Señalaron que el colmo es que la empresa Concesiones Integrales SA de CV alega falta de capacidad financiera, pero obtiene ingresos anuales por más de 1 mil millones de pesos, mientras que el estado poblano anunció un gasto público de 400 millones de pesos en el mantenimiento de plantas tratadoras.
El poder económico, el principal obstáculo para sanear el río
Las organizaciones plantearon la necesidad de continuar con la construcción de la segunda y tercera fase de macro colectores y plantas de tratamiento.
Sin embargo, denunciaron que hay obstrucción de estos proyectos de salud pública por intromisiones, dinámicas electorales y la falta de voluntad política de quienes pueden tomar decisiones y no lo han hecho.
Resaltaron que el principal obstáculo para el saneamiento del Alto Atoyac es el poder económico que se ha impuesto sobre el derecho a vivir en un ambiente sano, a acceder al agua suficiente y de calidad y, sobre todo, al derecho de nuestras hijas e hijos a no vivir condenados a padecer trastornos en su neurodesarrollo, enfermedades renales crónicas, enfermedades cardiovasculares, diabetes, daño genotóxico y cáncer.
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