El viernes pasado una turba quemó tres patrullas y prendió fuego a la puerta del Palacio Municipal de Acatzingo debido a que las autoridades se negaron a entregarles, para que las lincharan, a tres personas a quienes acusaron de ser ladrones.
Los presuntos secuestradores fueron rescatados por elementos del Ejército, la Marina y la Guardia Nacional.
Hasta ahora no hay detenidos por el incidente, aunque fue abierta la carpeta de investigación por la Fiscalía General del Estado (FGE).
De acuerdo con testigos, al filo de las 15 horas, los supuestos ladrones fueron detenidos en la entrada de Acatzingo y entregados a la delegación de la FGE, pero al parecer los liberaron porque no fueron capturados en flagrancia, lo cual enardeció los ánimos.
Entonces, los inconformes se concentraron frente al Palacio Municipal y prendieron fuego, primero a neumáticos y luego la emprendieron contra las patrullas y hasta arrojaron piedras a la principal iglesia, donde se supone que había un hurtador refugiado.
Al sitio llegaron delegados de las secretarías de Gobernación estatal y federal, pero hubo que cortar el suministro de electricidad en buena parte de la cabecera municipal para que todo se calmara y la gente volviera a sus casas.
En el desarrollo de los hechos se precisó que los supuestos delincuentes se dedican en realidad al robo de autopartes y son de Los Reyes de Juárez y Cuapiaxtla.
Sin embargo, los pobladores afirman que sí se trata de ladrones de mototaxis e incluso hablan de que se recuperó una unidad que ya se llevaban y es de un conductor de San Juan Acozac, en Los Reyes de Juárez.
Los manifestantes acusaron Germán Coleote, el alcalde, de ser incapaz de gobernar y garantizar condiciones básicas de seguridad.
Hasta este domingo Guardia Nacional, el Ejército y la Secretaría de la Marina siguen haciendo labores de seguridad pública en Acatzingo.
Horas después de los hechos, el presidente municipal reconoció que la población de esa demarcación padece enojo, frustración e incluso miedo, ante la delincuencia, pero reprobó los desmanes.
“Los actos de violencia y los daños a los bienes públicos no representan al pueblo noble y trabajador de Acatzingo. Tampoco son compatibles con una sociedad que exige justicia, pero nunca por la vía del caos o la confrontación”, aseveró el munícipe en un comunicado.
Luego, agregó: “Sabemos que hay enojo, frustración e incluso miedo. Pero también sabemos que la justicia no se construye con violencia. Hoy, más que nunca, necesitamos unidad, sensatez y confianza. Desde este gobierno no retrocederemos ante la presión ni la desinformación. Actuaremos con firmeza y responsabilidad, sin titubeos, con la convicción de que el bienestar colectivo se defiende con la ley en la mano, no con el fuego en las calles. A nombre de mi gobierno, refrendo nuestro compromiso con el diálogo, la justicia y la paz”.
Advirtió: “No permitiremos que intereses ajenos alteren la tranquilidad de nuestro municipio. Seguiremos informando por los canales oficiales y pedimos a la población no caer en rumores ni manipulaciones”.
El pasado 14 de abril de iba a realizar una marcha ciudadana en contra de la violencia, em la cabecera municipal de Acatzingo, pero fue suspendida sin mayor explicación.
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