De enero de 2019 a enero de 2020, en el estado de Puebla se reportaron 166 desapariciones de mujeres, niñas y adolescentes en 34 municipios, de las cuales tres fueron víctimas de feminicidio y cuatro más de otros delitos, entre ellas, amas de casa y
De la totalidad de los casos, precisó que de las 166 desaparecidas, 92 personas fueron halladas con vida y 8 por ciento muertas por delitos de violación, secuestro, lesiones o robo, sin dejar de lado la trata con fines de explotación sexual o laboral.
La información se dio a conocer este jueves por parte del Consejo Ciudadano de Seguridad y Justicia del Estado de Puebla (CCSJ) mediante el “Programa de Análisis para la Incidencia en Violencia Feminicida” que presentó el Registro hemerográfico de desaparición de niñas, adolescentes y mujeres Puebla 2019.
Vía remota, la exposición corrió a cargo de la periodista Samantha Páez, en coordinación con Isabel Espinosa, responsable del área jurídica del Consejo, y con la participación de María Luisa Barojas, fundadora de la asociación La Voz de los Desaparecidos en Puebla.
Páez destacó que ocho de cada 10 casos de desaparecidas se ubicaron en notas periodísticas y redes sociales; sin embargo, enfatizó, dijo que entre los datos importantes a destacar se desconoce la ocupación de las mujeres.
En conferencia de prensa virtual, precisó que el grupo mayoritario de víctimas por desaparición oscilan entre los 15 y 19 años de edad, con 51 casos.
Agregó que otros grupos de riesgo son las menores de 10 a 14 años, con 25 denuncias, y de 20 a 24 años, con 22 registros.
Enfatizó que 19 por ciento de las desaparecidas en Puebla son estudiantes; y la mitad de los casos de desaparición en el estado ocurrieron en la ciudad de Puebla.
En un contexto de contingencia por el Covid–19, advirtió a las autoridades a no perder el rumbo y mantener el “foco” en las violencias que viven día a día las mujeres en el estado.
Samantha Páez explicó que el “Programa de Análisis para la Incidencia en Violencia Feminicida” tiene como propósito fundamental monitorear, sistematizar y analizar notas sobre delitos graves contra mujeres en Puebla, a fin de generar propuestas para el diseño de política pública y brindar insumos para la comprensión de este fenómeno social a actores clave.
Comentó que el organismo civil da seguimiento a los delitos de feminicidio, muertes violentas, intento de feminicidio, trata de personas y desaparición de mujeres, adolescentes y niñas.
En el análisis hemerográfico efectuado en el último año, reveló que los municipios con mayor número de desaparecidas registradas fueron Cuautlancingo, Amozoc, San Andrés Cholula y San Martín Texmelucan, siendo la capital poblana el lugar que concentra más de 80 de las 166 desapariciones.
Páez hizo énfasis al revelar que solo en el 43 por ciento de las desapariciones documentadas en medios de comunicación, se inició una carpeta de investigación.
Además, reveló que diciembre fue el mes que registró más desapariciones de mujeres, con 28 casos, y octubre, con 24 casos.
También dijo que en uno de cada tres casos se informó en medios de comunicación o redes sociales sobre la localización de mujeres, niñas o adolescentes.
Personal de la Fiscalía debe levantar la denuncia antes de las 72 horas
Al realizar este reporte, señaló que se identificaron áreas de oportunidad para mejorar la comunicación sobre la desaparición de mujeres y profundizar en lo importante que es la compresión de este delito y sus repercusiones sociales.
Ante esta situación, Samantha Páez aconsejó tanto a medios de comunicación como a las autoridades de seguridad y procuración de justicia, seguir una serie de recomendaciones.
Entre ellas, expuso que hubo familias que no pudieron denunciar hasta después de 72 horas, por lo que recomendó a la Fiscalía General del Estado (FGE) a capacitar a todo su personal en el protocolo de búsqueda.
A los medios que no citan la denuncia o fuentes oficiales, sugirió corroborar que la Fiscalía haya abierto una investigación o que no haya aceptado la denuncia.
Cuando se informe la localización de una desaparecida, señaló que es importante confirmar si es con vida o sin vida y si fue víctima de algún delito.
Incluso, dijo que es importante que los medios entrevisten a familiares o amistades de las desaparecidas para obtener más información y dar continuidad a los casos.
“Algunas desaparecidas fueron estigmatizadas desde su inicio por medios y autoridades, por lo que se debe evitar esta práctica que merma la percepción de la gravedad del delito”, comentó al final.