Ni con recursos propios ni con dinero de inversionistas el Consejo Coordinador Empresarial (CCE) logró dar utilidad, ni para él ni para la sociedad, al predio que le fue donado hace 20 años, en el sexenio del priista Melquiades Morales Flores; uno de sus mayores fracasos es no haber concluido el proyecto My Residence, debido a que la empresa que lo desarrollaría fue señalada de lavado de dinero.
Inicialmente el terreno localizado sobre Cúmulo de Virgo, en la reserva territorial Atlixcáyotl-Quetzalcóatl, una de las de mayor plusvalía en la entidad, abarcaba 20 mil metros cuadrados.
En el sexenio del panista Rafael Moreno Valle les retiró 14 mil metros cuadrados y el organismo de la iniciativa privada se quedó todavía con 6 mil metros.
Pero en junio de 2016, el entonces mandatario estatal, acompañado de Fernando Treviño Núñez, quien en ese momento fungía como presidente del CCE, y Luis Banck Serrato, como edil de Puebla, colocaron la primera piedra del complejo My Residence, del cual solo 3 por ciento estaría destinado a las oficinas del Consejo.
El proyecto lo desarrollaría la empresa Blueicon y se invertirían 500 millones de pesos; la construcción anunciada con bombo y platillo consideraba tres torres de 18, 20 y 22 niveles, área comercial, además de tres estacionamientos.
Se supone que también generaría 453 empleos directos y otros 2 mil de manera indirecta.
En su discurso, Moreno Valle sostuvo que My Residence ayudaría a atraer más inversiones a la entidad, con lo que habría mejora en la economía.
Por su parte, Treviño Núñez calificó como “histórico” el momento del arranque de la edificación porque, según decía, en las nuevas oficinas se planearían proyectos que impulsarían el progreso del estado.
Sin embargo, pasaron los meses, el terreno fue perforado y solo unas cuantas instalaciones se construyeron, pues en octubre de 2016 Blueicon fue señalada de lavado de dinero y los trabajos se detuvieron.
Para ese entonces, el ahora regidor del ayuntamiento de Puebla, Carlos Montiel Solana ya era el nuevo dirigente del CCE, declaró que pese a las acusaciones contra la empresa, el CCE seguirían trabajando con ella, ya que conocía bien a los empresarios Javier de Lope Francés y Adolfo Ernesto Hernández Martínez.
Incluso declaró que era un golpeteo político contra Moreno Valle, para “opacar” la inauguración de la fábrica de Audi en San José Chiapa.
Todavía en 2020, cuando Ignacio Alarcón Rodríguez Pacheco en la presidencia del Consejo Coordinador Empresarial, indicó que no se había terminado el contrato con Blueicon y hasta presumió que la empresa mostraba “apertura para entablar un diálogo”.
Para 2021, al arribar el morenista Luis Miguel Barbosa a la gubernatura del estado de Puebla, emprendió una disputa legal para que el predio regresara a la administración estatal.
El organismo cúpula de la iniciativa privada en Puebla se resistió a entregarlo y fue hasta diciembre de 2022 cuando Rodríguez Pacheco y el mandatario estatal en turno pactaron que el CCE se quedaría con 2 mil metros cuadrados y el gobierno con 4 mil metros.
Con ello, el proyecto de Blueicon quedó más que sepultado y el Consejo Coordinador Empresarial ha evadido informar qué ha pasado con el proceso seguido en contra de Blueicon.
En 2023, Héctor Alberto Sánchez Morales, actual dirigente del Consejo Coordinador Empresarial dijo no tener prisa por definir el futuro del predio.
En diciembre de ese año dijo que tenían tres opciones: construir en el terreno el nuevo edificio empresarial, venderlo o permutarlo, sin especificar entonces con quién planeaban hacer esto último.
Ayer se confirmó que será con el gobierno del estado de Puebla y de acuerdo al expriista Jorge Estefan Chidiac “se está haciendo un favor” al Consejo, pues no tiene capacidad económica para cumplir con la construcción de su nueva sede.
El CCE entregará el predio de 2 mil metros cuadrados, valuado en 52 millones 798 mil pesos y a cambio recibirá uno que vale 52 millones 10 mil pesos, ubicado en la zona de Ciudad Judicial.