Tehuacán. Por la violencia que llegan a sufrir y también por la falta de fuentes de empleo, las mujeres de la Sierra Negra llegan a verse en la necesidad de abandonar sus comunidades de origen y migrar hacia municipios más grandes resaltó Patricia Cruz Sánchez, representante legal de la organización Transformando Miradas, que actualmente trabaja en conjunto con la Casa de la Mujer Indígena ubicada en Coyomeapan.
La mayoría de quienes se deciden a salir de sus poblaciones se van hacia municipios más grandes como Tehuacán, la capital del estado o la Ciudad de México, con la esperanza de conseguir un empleo que les permita mejorar la vida de sus familias, explicó.
Las mujeres indígenas son uno de los grupos más vulnerables de la sociedad porque sufren doble o triple marginación, por el hecho de ser mujeres, así como pobres e indígenas, asuntos de los que a veces ni ellas mismas se dan cuenta, por lo que se tiene que hacer mucho trabajo a su favor.
Patricia Cruz explicó que a través de talleres y cursos que se imparten en ese espacio en Coyomeapan se va logrando poco a poco que las mujeres del municipio conozcan que también ellas tienen derechos, lo que en muchas ocasiones resulta toda una novedad para quienes participan en esas capacitaciones.
Es común que para ellas el maltrato en el hogar resulte algo normal, por lo que les cuesta trabajo reconocer que son víctimas de violencia, de modo que si no saben eso no tienen los elementos para alzar la voz y poner un alto a los agresores.
Cruz Sánchez resaltó que por ello el trabajo de su organización se enfoca en primer término a que las mujeres conozcan cuáles son sus derechos, así como que identifiquen las diferentes formas de violencia que se ejercen tanto en sus comunidades como en sus propios hogares.
Uno de los derechos que más se les niegan en las poblaciones rurales, explicó, es la herencia, sobre todo de la tierra, debido a que existe la convicción entre los padres de que solo los varones pueden recibir ese beneficio, por lo que se busca cambiar esa forma de pensar para que las mujeres puedan también heredar esas propiedades.
Manifestó que cuando se tiene la información sobre los derechos, las mujeres comienzan exigir que se les respete, lo cual se va logrando poco a poco en el municipio, aunque todavía falta avanzar más en la materia.
No contar con propiedades ni con fuentes de empleo, abundó, lleva también a las féminas a buscar otras alternativas de trabajo, por lo que salen de sus poblaciones sobre todo hacia Tehuacán, la Ciudad de México y la capital del estado, para conseguir un empleo que les permita una vida mejor